La Muralla de Lugo se convierte en Patrimonio de la Humanidad

ÁNGELA MORALES LUGO

GALICIA

Pradero

En menos de dos horas, la ciudad se hacía eco de la noticia y empezaba a mostrar los primeros signos de satisfacción Lugo amaneció ayer muy temprano. Desde las seis de la mañana, radios y televisiones informaban de una decisión que, en realidad, se tomó antes de las cuatro de la madrugada hora española, la una de la tarde en la localidad australiana de Cairns. La Muralla romana había pasado con nota todos los exámenes de la Unesco, y por fin se sabía oficialmente que el Comité del Patrimonio Mundial distinguía el monumento lucense con un reconocimiento largo tiempo buscado.

30 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.

Antes de que amaneciese, el consistorio lucense ya estaba abierto, y algunos vecinos entraban en él para preguntar si era cierto. El alcalde, en una de las noches más largas que recuerda, y concejales de todos los partidos con representación municipal, aclaraban que sí, que era verdad. La Muralla de Lugo es, desde minutos antes de las cuatro de la mañana de ayer, hora española, Patrimonio de la Humanidad. Pese a que, tres horas antes, los veintiún países que conforman el comité aún debatían las candidaturas presentadas por Bélgica, en menos de tres horas habían llegado a la S de Spain y dado el visto bueno a tres de las cinco que elevó: la antigua Tarraco, el palmeral de Elche y la única muralla romana que se conserva íntegra en el mundo, con un adarve completamente accesible para el peatón. El yacimiento arqueológico de Atapuerca y el Vall de Boí lograron la distinción en la reunión vespertina. La candidatura lucense no recibió objeciones, ni siquiera de países miembros del comité que se oponían a que España siguiera sumando distinciones.