
La actual estructura, asentada en puntales de pino verde, impide que los trenes circulen a más de cinco kilómetros por hora El mismo año en que se inauguraba en Entre-os Rios el puente que se hundió el pasado lunes, el obispo de Tui bendecía el primer puente internacional entre Galicia y Portugal, que aún hoy sigue siendo el único enlace ferroviario. Construido sobre puntales de pino verde, igual que el de Entre-os Rios, el puente centenario de Tui tiene además en común con el portugués su estructura metálica, inspirada en la escuela de Eiffel, y sus pilares de granito, uno de los cuales sufrió incluso una inclinación en el año 1975. El viejo puente internacional se somete actualmente a unas obras de refuerzo que se calificaron de «urgentes».
06 mar 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Los trabajos de refuerzo -que inició la empresa lusa Koch el pasado verano y que tienen un plazo de ejecución de un año- consisten en alinear la estructura principal, la sustitución de piezas del cuadro ferroviario y de las vigas principales, la mejora del cuadro de la carretera, la protección anticorrosiva de la estructura y el asentamiento de la vía férrea. El objetivo de las obras, presupuestadas en más de 600 millones de pesetas en la parte española, es superar las limitaciones actuales de velocidad y carga del tráfico ferroviario, que no pasa de 5 kilómetros por hora cuando atraviesa el Miño. Por carretera, los vehículos de más de 3,5 toneladas tienen prohibido el paso y han de optar por el puente nuevo que se inauguró en 1993. Aunque nadie ha cuestionado la seguridad del enlace centenario (los puntales de pino verde son muy seguros porque se acaban petrificando), sí se ha puesto en duda que pueda pasar por él la línea de alta velocidad prevista entre Vigo y Oporto, ya que, a pesar de las obras de refuerzo, los trenes difícilmente podrán superar los 50 kilómetros por hora a su paso por el Miño. De hecho, se ha planteado la construcción de un nuevo puente ferroviario.