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Un bebé de nueve días se recupera en el Materno coruñés de mordeduras de rata

M.P. A CORUÑA

GALICIA

El niño dormía en su cuna junto a su familia en una chabola del poblado de Pena Moa, el barrio más conflictivo de A Coruña En la madrugada del lunes ingresaba en Urgencias del Materno Infantil de A Coruña un bebé de siete días con múltiples heridas en la cabeza tras haber sido atacado por una rata. Su madre, una joven de diecinueve años de raza gitana, residente en el marginal poblado de Pena Moa, explicó ayer que el bebé fue mordido cuando dormía en su cuna.

19 jun 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Ahora, el crío se recupera de las heridas, todas superficiales, y está siendo tratado con antibióticos para atajar una posible infección. El pequeño comparte planta con otro bebé que ha recibido hace unos días un trasplante de corazón. Son la cara y la cruz de la sociedad actual. Los facultativos del hospital Materno Infantil se quedaron helados cuando en la noche del domingo vieron al bebé, de siete días, con la cabeza ensangrentada por los colmillos de una rata. La rápida atención evitó que el niño contrajese una infección y gracias a que las heridas fueron superficiales, se recuperará en unos días. Sin embargo, su caso, a pesar de no ser grave, ha puesto de manifiesto la miseria que existe en el poblado más conflictivo de A Coruña, Pena Moa, donde conviven gitanos de distintas procedencias y oficios con muchos narcotraficantes y hasta asesinos. «Pensé que tenía hambre» La madre del bebé, una joven de diecinueve años, contaba ayer cómo ocurrieron los hechos: «Yo estaba en casa de mi suegra cuidando de sus hijos, porque ella se había ido de viaje. Estaba con mi hija mayor, de catorce meses, y el bebé. Era de noche y escuché llorar al niño. Pensé que tenía hambre y fui a atenderlo». Fue entonces cuando descubrió a su hijo con la cabeza ensangrentada: «Me asusté mucho porque le vi mucha sangre aquí -señala la sien izquierda- y en ese momento vi una rata, no muy grande -y marca la mitad de la palma de su mano- en el suelo. No sé por qué, pero la pisé y la maté. Entonces cogí al niño, que seguía llorando, y al verle yo también me puse a gritar y a llorar, y me fui al hospital». Ella asegura que es la primera vez que sabe de un caso semejante, y repite que nunca ha visto ratas por su casa. No puede explicar cómo el animal trepó hasta la cuna -«una cuna normal, como cualquier otra»- donde descansaba el bebé. Tampoco sabría decir si había más ratas, ya que ella sólo vio una, aunque duda de que hubiese otros animales. El bebé se recupera ahora en una incubadora de la segunda planta del Materno Infantil coruñés. Allí los médicos, que no han querido hacer declaraciones, le suministran antibióticos para atajar una posible infección, y vigilan su recuperación.