Las obras de rehabilitación del casco histórico propician múltiples sondeos arqueológicos para documentar la cerca derribada en el XIX Después de una etapa de horror político al trabajo de los arqueólogos que pudiera paralizar o retardar la obra pública, Pontevedra vive un momento de mayor sensibilización con la riqueza histórica revelada por las excavaciones. Los proyectos del plan Urban para la rehabilitación del casco antiguo propiciaron numerosos sondeos arqueológicos para profundizar en la historia y orígenes de la ciudad. Los hallazgos van en la dirección de redescubrir el recorrido de la muralla medieval, sin renunciar a la localización de los trazados de las cercas que antecedieron a la fijada a mediados del siglo XV.
02 mar 2002 . Actualizado a las 06:00 h.El recinto amurallado de Pontevedra sufrió sucesivas ampliaciones desde el siglo XII. El primitivo se ceñía a la parroquia de Santa María y se extendió hasta configurar el casco histórico actual. El último perímetro de la muralla, que disponía de cinco puertas, quedaría fijado a mediados del siglo XV y fue derribado en el XIX. Su trazado se recoge en un plano de finales del XVI y conservado en el Archivo de Simancas. Desde 1999, distintos proyectos de rehabilitación del casco antiguo han permitido a los arqueólogos de la firma Anta de Moura seguir la pista de los cimientos de la muralla. Los primeros tramos se descubrieron en Michelena, al pie de las casas. Y más tarde, en el entorno de Peregrina y San Francisco (Paseo de Odriozola-Plaza de Ourense), aparecieron nuevos vestigios. El más relevante y celebrado fue el hallazgo de la cimentación de la Puerta de Trabancas, entrada sur de la ciudad, coincidente con el Camino Portugués. El tramo más largo de la muralla, de casi 80 metros, fue destapado en la calle Sierra en junio del 2000 -en este caso por arqueólogos de Saecula-. Por primera vez se pudo observar en toda su extensión por ambas caras. Y en septiembre del 2001 volvió a aparecer en el solar del Hogar Provincial. Convento jesuita En enero de este año, los arqueólogos descartaron supuestos vestigios de la Puerta de Santa Clara, relacionados, a falta de estudio, con el antiguo convento jesuita. Finalmente, en la plaza de España y Arzobispo Malvar han aparecido indicios de la cerca medieval y de su foso exterior, pendientes de confirmar. Se cree que el edificio del Concello se asienta sobre la línea de muralla. En este sondeo, al lado de las ruinas de Santo Domingo, se localizaron vestigios de la antigua iglesia conventual (siglos XIV y XV) y varias tumbas de su cementerio, con un esqueleto que se presume casi íntegro. Este hallazgo tiene como predecente el del cementerio de la iglesia de San Bartolomé O Vello (siglo XIV).