Prácticos gallegos se unen a los europeos para frenar la liberalización del sector

ESPE ABUÍN A CORUÑA

GALICIA

XOSÉ CASTRO

El colectivo asegura que los intentos de introducir competencia en este servicio han fracasado La idea de Loyola de Palacio de abrir a la libre competencia los servicios portuarios que ahora se prestan básicamente en régimen de monopolio ha desatado las iras del colectivo de prácticos de toda Europa, al que se han sumado los gallegos. Los profesionales defienden la naturaleza de un servicio público esencial para la seguridad de la navegación. Además, la propuesta de la comisaria de Transportes no es novedosa. Al contrario, ya se probó en estados como Dinamarca y Portugal y ambos dieron marcha atrás. Argentina, que aplica ese sistema, cuenta por decenas los barcos encallados en el Río de la Plata, aducen.

23 mar 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

El presidente de los prácticos europeos, Gianfranco Gasperini, ha hecho llegar por carta el malestar del colectivo por la directiva sobre el acceso al mercado de los servicios portuarios, que la Comisión acaba de remitir al Consejo, con importantes cambios con respecto al texto que aprobó el Parlamento Europeo. Es un rechazo rotundo que también comparten los profesionales del practicaje gallego, al menos los que operan en los cinco puertos de interés general del Estado (A Coruña, Ferrol, Vigo, Marín y Vilagarcía). Su protesta es clara: «No estamos conformes con la restauración de un régimen comercial para el practicaje, ni con el intento de aplicarle las mismas reglas que rigen para otros servicios portuarios», señala Gasperini. Y es que, según sostienen, el practicaje es diferente a la estiba o el cabotaje. La tarea que desarrollan es «un servicio para la seguridad de la navegación» y su función «es de servicio público». Por eso discrepan con la idea de que «agrupar a los prácticos en varias empresas que compitan en cada puerto vaya a mejorar o abaratar el servicio». Tampoco comparten la propuesta de convocar concursos con determinada periodicidad para que las compañías consigan autorizaciones de acceso al mercado de practicaje en cada puerto europeo. Para reforzar sus tesis, los prácticos aluden a las sentencias del Tribunal de Justicia europeo, en las que queda patente que los magistrados «entienden que hay razones poderosas, de índole diferente a la comercial, que aconsejan mantener la actual estructura». Los prácticos gallegos confían en que De Palacio recapacite. Santiago Loira, que ejerce en A Coruña, califica de auténtica «barbaridad lo que se pretende hacer con el servicio de practicaje, pues se trata de una tarea en la que el operario tiene una carga extraordinaria de responsabilidad que no se puede dejar a merced de las reglas de mercado y el ahorro de costes». El portavoz de los prácticos coruñeses invita a las autoridades a participar en las maniobras que se hacen en «pleno mes de diciembre y con olas de cuatro metros» para que se percaten de la responsabilidad que asumen. «Y, especialmente, en un puerto como el de A Coruña, escenario de trágicos episodios como el del Mar Egeo o el Urquiola», concluye.