Los narcos gallegos aprovechan la cercanía de Portugal y hacen de Madeira su paraíso fiscal
GALICIA
En los primeros tiempos también utilizaron el BBV, especialmente su oficina principal en Vilagarcía El escándalo de las cuentas secretas del BBV en paraísos fiscales y su posible vinculación con el narcotráfico ha puesto de actualidad una vieja historia que en Galicia ya fue noticia hace más de una década: la utilización de bancos -en especial, la sucursal del BBV en Vilagarcía- para lavar los beneficios de los negocios sucios de los narcos.
04 may 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Sólo Oubiña, a través de su difunta esposa, limpió en esta entidad 9,6 millones de euros en menos de dos años. Fue también Garzón -paradojas del destino- quien privó al banco vasco de su principal cliente arousano. Desde entonces los gallegos le vieron las orejas al lobo y optaron por viajar a Valença para salvar sus ganancias en cuentas «offshore» domiciliadas en Madeira. A finales de los ochenta, cuando Esther Lago llegaba a la oficina principal del BBV en Vilagarcía, alguien corría a abrirle la puerta y la pasaba directamente a un despacho. De un bolso de mano solía sacar unas bolsas de plástico negras llenas de florines y dólares que los propios directivos de la oficina se encargaban de contar e ingresar el contravalor en pesetas en las cuentas que ella les ordenaba. Su condición de «cliente excepcionalmente bueno» la eximía de la obligación de pagar comisiones por la emisión de cheques bancarios al portador. El banco empezó a guardar un poco las formas cuando Oubiña apareció en la prensa como uno de los mayores traficantes de hachís de Europa. Ello hizo que le denegasen un préstamo hipotecario de 75 millones solicitado a nombre de Comercial Oula, y que los Oubiña suspendiesen las operaciones de cambio de divisas. A los pocos meses fue relevado el director de la sucursal y su sustituto no tuvo inconveniente en informar favorablemente el préstamo. El procesamiento de los Oubiña por blanqueo en el año 1990 no fue óbice para que en los tres años siguientes el mismo banco aceptase una táctica similar de otros narcos arousanos que luego fueron detenidos en la Operación Santino. Pero esas prácticas ya pertenecen a la prehistoria del sector. Desde mediados de la década de los noventa los sabuesos policiales siguen la pista de los dineros del narcotráfico gallego por otras latitudes. Según las distintas fuentes consultadas, sólo una minoría de narcos autóctonos recurren a los paraísos fiscales y, de ésos, la mayoría prefiere el que ofrece Portugal a través de la isla de Madeira. Allí han sido localizadas por los investigadores la mayoría de las cuentas offshore -de no residentes- de presuntos narcos gallegos. Una de ellas, cuya titularidad se atribuye a un ex-guardia civil, fue abierta a través del Banco Pinto & Sotto Mayor de Caminha y tenía un saldo aproximado de tres millones de euros (499 millones de pesetas).