Aunque las embarcaciones de menos de 1,5 GT podrán seguir faenando hasta que agoten sus 30 años de vida laboral , el problema surgirá en cuanto el propietario de una embarcación de características inferiores a las ahora estipuladas quiera renovar su barco. El propietario no tendrá más remedio que aportar su antiguo buque al desguace y, al mismo tiempo, comprar tonelaje a mayores para llegar a las 1,5 GT que deberá tener su nueva construcción. Ocurre que no hay demasiadas bajas en el mercado y, las que se ofrecen, están a precios desorbitados. Fuentes de las cofradías señalan que el precio de una tonelada de arqueo ronda los 8.000 euros. Otro problema añadido es que los barcos que se aporten como bajas tienen que estar en activo, figurar en el censo de la flota pesquera operativa, despachadas y libres de cargas y eso no es siempre fácil de conseguir.