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Absuelto el abogado ourensano condenado por dos atracos en Noia

Alberto Mahía A CORUÑA

GALICIA

La sentencia dice que las identificaciones fotográficas se hicieron sin la «exigible pulcritud» José Manuel Rodríguez estaba acusado de asaltar la misma sucursal bancaria en 20 días

21 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

La Audiencia Provincial de A Coruña acaba de absolver al abogado ourensano sobre el que pesaba una condena de nueve años de cárcel por atracar dos veces en veinte días, en enero de 1996, una sucursal bancaria en Noia. José Manuel Rodríguez es el abogado ourensano al que tachaban de atracador de bancos y que comenzó a acudir a diario al despacho de un notario para demostrar su inocencia. Buscaba una coartada fuera de toda duda y la encontró. Una mañana del mes de julio del 2000, estando él en una notaría de Ourense, los empleados y clientes de una sucursal bancaria de Caldas de Reis lo identificaban como el hombre que los maniató y atracó. ¿Cómo iba a estar este letrado en dos sitios a la vez? De ninguna manera, pensó la jueza que llevó el caso, y lo archivó. Así demostró José Manuel Rodríguez su inocencia en aquel atraco. También comenzó a cobrar fuerza la posibilidad de que un doble de este abogado fuese quien en realidad se dedicaba a desvalijar cajas fuertes de bancos por toda Galicia. El abogado ourensano demostró que lo de Caldas de Reis no iba con él. Sólo le quedaba demostrar que tampoco fue él quien atracó dos veces una sucursal de Noia, delitos por los que fue condenado en 1999 por un juzgado de Santiago a nueve años de cárcel y a 112.000 euros de indemnización al banco. Irregularidades José Manuel Rodríguez recurrió el fallo ante la Audiencia de A Coruña y ésta lo acaba de absolver al entender que se dieron múltiples irregularidades en las identificaciones fotográficas que lo apuntaban a él como autor de los robos. La sentencia llega a decir que los reconocimientos «no se llevaron a cabo con la exigible pulcritud». También llama la atención al tribunal que los empleados de la sucursal le hubiesen abierto la puerta a un hombre que veinte días antes los había atracado. Otra de las pruebas que echa por tierra la acusación es que el mismo día, y a la misma hora, en que se cometieron los atracos, este abogado ourensano estaba lejos del banco, según varios testigos.