Estibadores belgas atacan la embajada de España ante la UE

Domingos Sampedro
D. Sampedro CORRESPONSAL | BRUSELAS

GALICIA

Protestaban contra la privatización de los puertos impulsada por Loyola de Palacio La acción se produjo a tres días del nuevo debate sobre la privatización de los servicios portuarios

07 mar 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

El ambiente que acompaña al debate de la directiva sobre la privatización de los servicios portuarios está caldeado. Los estibadores belgas declararon ayer una jornada de «acción nacional» contra el proyecto de ley que están examinando las instituciones comunitarias y no dudaron en asaltar la embajada de España ante la Unión Europea (UE) para hacer sentir sus iras contra la comisaria española Loyola de Palacio, responsable europea de Transportes y una de las principales impulsoras del texto. Unos 2.000 estibadores se concentraron ayer en Bruselas para realizar lo que iba a ser una protesta pacífica, pero que acabó en enfrentamientos con la policía y con el lanzamiento de piedras y botes de humo contra un edificio de la Comisión Europea. Los trabajadores acabaron paralizando también los puertos de Amberes -el segundo mayor de Europa-, Gante, Zeebrugge y Ostende. Asimismo, un grupo de manifestantes trató de asaltar la sede de la Representación Permanente de España ante la UE nada más identificar la bandera que pende en su fachada y relacionarla con la comisaria De Palacio. Después de lanzar botes de pintura contra las paredes de la sede diplomática y de romper varios cristales, pretendieron entrar en su interior agrediendo a algunos agentes de seguridad, que a duras penas lograron cerrar las rejas que separan el edificio de la calle. La policía belga se personó en el lugar media hora después del suceso, cuando los manifestantes ya se habían dispersado.La protesta se produjo a tres días vista de que el Parlamento Europeo debata en segunda lectura la directiva sobre la privatización de los servicios portuarios. La cámara de Estrasburgo votará varias enmiendas al texto pactado por los Quince para dejar a los prácticos al margen de la liberalización y para limitar las prácticas de autoasistencia en los servicios de estiba y desestiba.