La UE evita fijar plazos para responder con ayudas al desastre del «Prestige»

No existe un plazo para reformar el Fondo de Solidaridad, tampoco para concretar otras ayudas e incluso se ha evitado dar una solución comunitaria a la bomba que se hundió hace cuatro meses frente a Galicia con varias decenas de miles de toneladas de fuel a bordo. La cumbre europea de Bruselas pasó ayer muy de puntillas sobre el dosier del Prestige, asunto al que se dedica un amplio apartado en las conclusiones que, eso sí, sirve al menos para renovar el compromiso político de los Quince con la seguridad marítima. Pero la guerra manda. Líderes como Jacques Chirac o José María Aznar, que en principio parecían decididos a ir más allá, tuvieron que conformarse con pactar junto al resto de socios un texto con unos enunciados un tanto vagos, aunque bien es cierto que refuerza algunos aspectos que había sobre la mesa. Del Consejo Europeo de Bruselas nacen tres compromisos firmes y cronometrados. El primero consiste en ponerle deberes a los ministros de Transportes para que el próximo día 27 alcancen un acuerdo a fin de «restringir» en todos los estados el transporte de fuel pesado en buques monocasco. En la misma reunión deberá «acelerarse» el calendario para prohibir la navegación de estos petroleros, que inicialmente se preveía abordar progresivamente entre 2005 y 2015.El segundo mensaje consiste en aprobar antes de fin de año una iniciativa para perseguir los delitos de contaminación marina con sanciones penales y, en tercer lugar, los líderes europeos se imponen que en la conferencia de la Organización Marítima Internacional, que tendrá lugar en mayo, se logre un acuerdo para aumentar de 200 a 1.000 millones de euros el techo de las indemnizaciones para daños por hidrocarburos.Y en este punto se acaban los detalles precisos, pese a que el ministro de Economía español, Rodrigo Rato, anunció en una breve comparecencia de prensa que «se ha aprobado la reforma del Fondo de Solidaridad, ya lo he dicho». Las conclusiones del Consejo, sin embargo, no hacen la más mínima referencia a este asunto y sólo se limitan a comprometer un «rápido estudio y aplicación» de la iniciativa lanzada hace tres semanas por la comisaria de Transportes, Loyola de Palacio, en la que proponía aprobar una reforma del Fondo, que cuenta con una dotación anual de 1.000 millones de euros, para que pueda ser utilizado en desastres no naturales como el del Prestige o, en su defecto, crear un instrumento nuevo al efecto. Tampoco se dio respuesta al pecio hundido a 3.500 metros de profundidad, un problema que Bruselas ya ha reconocido que es de «carácter europeo» y para el que incluso propuso reprogramar los planes Iterreg a fin de liberar 23 millones de euros para extraer el fuel o cementar los restos del barco.

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