Extiende su propuesta de concordia «tamén ós ausentes e discrepantes», en alusión al BNG y al PSOE Agradeció a los galardonados el apoyo prestado a la comunidad.
25 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, convirtió ayer el acto de entrega de las Medallas de Galicia en una propuesta de reconciliación política de los gallegos. El discurso pronunciado por el presidente en el Pazo de Congresos e Exposicións de Galicia trató así de rebajar el tono de la polémica generada por la concesión de las Medallas de Oro a Loyola de Palacio y Francisco Álvarez Cascos, además de la entregada al rector de la Universidade de A Coruña, José Luis Meilán. Durante su alocución, Fraga lamentó el clima de enfrentamiento que ha reinado en la política gallega «en doses excesivas» desde el hundimiento del Prestige y apuntó que «o espírito solidario a prol do ben común ten que predominar xustamente cando hai ocasión para a discordia, que é cando fai falla de veras». El presidente extendió su propuesta de concordia a todos los gallegos, «tamén ós ausentes e ós discrepantes», en referencia a los líderes del BNG y del PSdeG, que declinaron asistir a la entrega de medallas por estar en desacuerdo con la elección de los galardonados. Ajeno a estas ausencias, Fraga llegó a plantear la conveniencia de «pedírmonos escusas mutuamente polo que cada un de nós poida ter ofendido» y, como muestra de buena voluntad, dio el primer paso al tender su mano «a todos os que a queiran aceptar», superando lo que definió como «a artificial ruptura que, disque, separa o conservadurismo do progresismo». Pero el presidente no pudo evitar incluir en medio de su discurso conciliador unas palabras para quienes consideran inadecuada la concesión de los galardones a Álvarez Cascos y Loyola de Palacio: «Se queren roer que sigan roendo, que roerán en madeira de buxo». A la hora de justificar la concesión de las medallas, el presidente del Ejecutivo recordó el papel jugado por De Palacio en la obtención de fondos de la Unión Europea después de la catástrofe del Prestige . En cuanto a Álvarez Cascos, Fraga destacó que «é unha persoa de fiar, que di sempre o que pensa e que cumpre o que promete», y recalcó la especial dedicación del ministro de Fomento a resolver el aislamiento del noroeste español. También Meilán Gil recibió palabras de cariño del presidente por los «exemplares servicios prestados á nación».