Elvira Rodríguez, ministra de Medio Ambiente, pasará una semana en Viveiro Ningún conselleiro prevé disfrutar sus vacaciones fuera de la comunidad.
31 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Es difícil que un Gobierno se vaya de vacaciones en sentido estricto. Por ejemplo, ¿qué político puede desconectar del todo siendo conocedor de que un 6 de agosto de 1945 una bomba atómica causó la muerte a cien mil personas en Hiroshima? Por no hablar de los jaleos que se traen en estos momentos sus señorías en la Comunidad de Madrid, que harán bien difícil el veraneo a la dirección socialista. Los conselleiros de Fraga y el propio presidente no son una excepción y se irán casi todos a la playa por riguroso turno y la responsabilidad política a flor de piel. ¿Qué puede pasar en Galicia este mes? Tras lo sucedido con el Prestige, toda contingencia se vislumbra menor. ¿Acaso una nueva reunión de la Deputación Permanente de la Cámara? ¿Y qué me dicen de la alerta contra los incendios forestales? Con la temperatura en la Xunta un tanto compensada, ya no se habla de cambios en las consellerías a la vuelta del verano como otros años, y con las elecciones generales a tiro de piedra (marzo del 2004), el Gobierno puede ponerse el bañador con ciertas garantías. Lo de Fraga es Perbes, lectura, playa y dominó. Se suele limitar a alguna que otra asistencia local e institucional, después de decir adiós ayer a las recepciones en San Caetano. Fraga estará el sábado en la Festa do Pemento de Herbón, y el domingo en la del albariño de Cambados. No perdonará tampoco el San Ramón, en Vilalba, a finales de agosto. Ningún conselleiro ha confesado viajes al extranjero. El solaz de los hombres de Fraga es patrio y playero, tira poco al monte y, si de algún conselleiro nos fiáramos, el asueto acabaría en letras de imprenta. Miras Portugal, el de Emigración, lo apunta todo, anuncia viaje de monasterio en monasterio, con vocación de hacer un libro. Galicia recibirá este verano a la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, que pasará una semana en Viveiro, a donde desde hace dos años no va Rodrigo Rato, cuya ex mujer es viveirense. Loyola de Palacio, vicepresidenta de la Comisión Europea, pasó este año con discreción por Galicia. Estuvo una semana en las Rías Baixas, tras recibir la polémica Medalla de Ouro. En agosto solía pasar quince días en Abanqueiro (Boiro) y este año pondrá rumbo a Grecia. Lo de San Vicente, O Grove y demás es territorio para los Cuíña, Baltar y Cacharro, yates incluidos. También veranea allí habitualmente el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono. El vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se mueve en el entorno de Sanxenxo. El socialista Touriño disfruta ya de vacaciones en su casa de campo, a 13 kilómetros de Santiago, y pasará unos días en el Mediterráneo. Beiras también hará alguna salida. A Javier Solana, asiduo de Bueu, se le espera un año más en esta localidad pontevedresa.