Tras el incremento del 15,8% a nivel nacional, las ciudades más caras son Barcelona, Madrid y San Sebastián Pontevedra y Vigo, las únicas ciudades gallegas con subidas superiores a la media nacional
08 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.Comprarse un piso nuevo en Galicia el pasado año costó un 10,9% más que en el 2002. La Sociedad de Tasación presentó ayer su informe anual sobre vivienda nueva y reveló datos como que el coste del metro cuadrado en A Coruña, la ciudad más cara de la comunidad gallega, oscila entre los 972 y los 4.672 euros, dependiendo de la zona. Pontevedra ha sido la provincia con mayor incremento de precios. Ha superado la media nacional de crecimiento, situada en el 15,8%, llegando al 16,6% y Vigo se ha llevado la palma: comprar un piso en la ciudad olívica costó el pasado año un 21% más que en el 2002. Lugo sigue siendo la ciudad con precios más bajos de Galicia y, junto a Badajoz, la más barata de toda España. El metro cuadrado en la ciudad de la muralla osciló el pasado año entre los 596 y los 1.683 euros, aunque las localidades en las que el incremento de precios respecto al 2002 fue menor fueron Santiago y Ourense. En ambas crecieron sólo un 5,9% y 7,9%, respectivamente. En Ferrol se incrementaron un 9%. En el conjunto nacional, el precio medio de la vivienda nueva libre creció el 15,8%, el mayor incremento de los últimos 14 años, por lo que el metro cuadrado alcanzó los 1.931 euros. Así las cosas, el precio de los pisos se ha multiplicado por seis desde 1985, fecha desde la que, según el estudio de la Sociedad de Tasación, los pisos vienen experimentando un encarecimiento medio anual del 11%. Sólo cinco capitales (Santa Cruz de Tenerife, León, Ourense, Murcia y Vitoria) vieron subir sus precios por debajo del 10%. Las más caras para comprar un piso son Barcelona (2.917 euros por metro cuadrado); Madrid (2.868 euros, con una subida del 17,2%), San Sebastián (2.788 euros, un 12,6%) y Vitoria (2.564 euros, un 9,6% más que en el 2002). Estabilización El presidente de Sociedad de Tasación, José de Pablo Méndez, explicó ayer que las últimas subidas semestrales (un 8,1% en la primera mitad de 2003 y un 7,2% en la segunda) revelan una desaceleración del aumento de precios, lo que hace prever que en el 2004 el encarecimiento de la vivienda será inferior al del pasado año. Lo esperado es que suban entre un 5 y un 10%. El incremento de la oferta de pisos nuevos en los últimos años está contribuyendo a esta ralentización, ya que las casi 700.000 nuevas viviendas que se iniciaron en el 2003 ayudan a sostener el stock de pisos pendientes de venta que, según Sociedad de Tasación, actualmente se sitúa en el 37% del total de promociones. También el vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, se pronunció ayer en este sentido. Según aseguró, «los precios de la vivienda nueva volverán a subir en el 2004 pero lo harán de manera más moderada que en 2003». Rato rechazó que las familias españolas tengan problemas para acceder a un hogar, una teoría que siempre ha mantenido, e insistió en el dato de que el patrimonio neto de los españoles se ha duplicado. El ministro de Economía se refirió a la lentitud en la creación de suelo urbano como uno de los factores que han motivado el desajuste entre la oferta y la demanda de viviendas y, por ello, consideró «imprescindible» que se llegue a un acuerdo nacional entre ayuntamientos y comunidades autónomas para acelerar la liberalización de terrenos. Alquileres Con los precios por las nubes, ayer el presidente de la Asociación Española de Inmobiliarias con Patrimonio en Alquiler (Asipa), Pedro Gamero, recordó que actualmente existe una demanda de alquiler latente o potencial de alrededor de 1 millón de nuevas viviendas a precios entre los 450 y 500 euros mensuales. Gamero indicó, en rueda de prensa, que en este momento es muy difícil satisfacer esta demanda a precios baratos, teniendo en cuenta el alto precio del suelo, por lo que demandó a comunidades autónomas y ayuntamientos que colaboren con los promotores e inmobiliarias para abaratar el precio del suelo, con el objetivo de construir viviendas asequibles para los sectores más desfavorecidos y las clases medias. Además, señaló que la Asociación Española de Inmobiliarias supone tan sólo al 6% del mercado total del alquiler, lo que hace necesario, según Gamero, que las inmobiliarias pequeñas y medianas se unan al impulso de la construcción de viviendas en alquiler. En este sentido, afirmó que las medidas de incentivo al alquiler aprobadas por el Gobierno y que han entrado en vigor este año ponen las condiciones necesarias para que se produzca una oferta más amplia y atractiva de viviendas de alquiler a bajo precio.