Bruselas amenaza con los tribunales al país que no designe puertos refugio

Dos semanas. Este es el plazo que resta para que entre en vigor la directiva europea sobre puertos de refugio, pero ningún Estado miembro designó aún los lugares en los que acogerá los barcos en peligro que naveguen cerca de sus costas. La comisaria de Transportes, Loyola de Palacio, se quejó ayer del retraso que acarrean los Quince en esta materia y advirtió de que será «implacable» con los países que no apliquen las normativas comunitarias. De Palacio compareció ayer ante la comisión temporal sobre seguridad marítima, creada en el seno de la Eurocámara, para dar cuenta de las medidas impulsadas por la Unión desde que se produjeron las catástrofes del Erika y el Prestige . Y aunque lanzó guiños a los grupos de centro-izquierda al reconocer que los buques de doble casco «no son la panacea», por lo demás hizo una encendida defensa del papel jugado por la Comisión Europea en estos siniestros. Quejas «Ni el Prestige ni el Erika han sido las primeras catástrofes ocurridas en las costas europeas», manifestó la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario, aludiendo a muchos otros casos en los que nada se hizo, dijo. «En esta legislatura es en la que de verdad se ha hecho algo», abundó De Palacio, antes de quejarse de que muchas veces son los Estados miembros, y no Bruselas, los que impiden que se llegue más lejos. Y se refirió concretamente a los puertos y zonas de refugio, que no fueron designados por ningún país pese a que el 5 de febrero próximo entrará en vigor la directiva correspondiente. Esta normativa obliga a los gobiernos de la UE a elaborar planes de contingencia, y a disponer de medios y material especializado para actuar ante catástrofes como la del Prestige . De Palacio explicó ante la comisión que los países «nos han enviado los planes», aunque se les dijo que en la mayoría de los casos «son insuficientes y faltan precisiones». Interpelada por el socialista británico Brian Simpson sobre qué tenía previsto hacer contra la negativa de los gobiernos a nombrar lugares de refugio, la comisaria esgrimió un tono contundente para recalcar que «haré lo que tengo que hacer», dijo, que es recurrir al Tribunal de la UE contra el país que no trasponga la directiva. «En esto seré implacable», sentenció. La intervención de la eurocomisaria fue acogida de manera desigual por los eurodiputados. Si el PP le echó un capote, los socialistas la recibieron con más frialdad, mientras el BNG y el PNV la criticaron abiertamente. La gallega Rosa Miguélez habló de «parquedad de resultados» de muchas iniciativas lanzadas desde Bruselas, mientras el nacionalista Camilo Nogueira volvió a insistir en que, a fecha de hoy, «no hay ninguna medida suplementaria para evitar otra catástrofe como la del Prestige ».

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