El alcalde reclama su protagonismo en la obra y cita un informe negativo de la Xunta, de 1992 En una conferencia, el regidor vaticina que A Coruña se convertirá en la «capital industrial»
16 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.Todo empezó en Baltimore, en 1990. Según recordó ayer Francisco Vázquez, un viaje que realizó a la costa este de Estados Unidos, en compañía del entonces presidente de la Autoridad Portuaria, Jesús Pintos, les abrió a ambos los ojos sobre las posibilidades que ofrecería construir un puerto exterior en A Coruña. Catorce años después, con la obra ya aprobada, el alcalde reunió al todo Coruña en el Palacio de Congresos para reflexionar en voz alta. En una conferencia llena de detalles, explicó cómo se gestó el proyecto de punta Langosteira, las características principales que tendrán las instalaciones y sus consecuencias para el área metropolitana de la ciudad. Respecto a la gestación, reclamó su protagonismo en el impulso de la nueva dársena. Desde Baltimore hasta el Consejo de Ministros de María Pita, cuando forzó a Mariano Rajoy a incluir en el Plan Galicia la comisión del puerto exterior. «Si el Consejo no se hubiera celebrado en La Coruña -dijo-, no lo hubiéramos logrado». En el medio, toda una estrategia que incluyó un «bombardeo durante años al Ministerio de Fomento, para hacerle ver la necesidad de la obra», tres cenas privadas con Manuel Fraga y la inteligencia política de personas como Antonio Couceiro, Loyola de Palacio, Martín Villa y Alberto Núñez Feijoo. «Hubo momentos difíciles», admitió. Se refirió a un informe de la Xunta, de 1992, que aconsejaba construir únicamente el puerto exterior de Ferrol, y lamentó que «este año se oyó de todo, se intentaba hacer ver que esta obra era innecesaria». Crecimiento La necesidad y trascendencia de la nueva dársena centró precisamente gran parte de su discurso. Francisco Vázquez no se quedó corto al valorar el horizonte que se presenta para la comarca coruñesa. «El puerto -afirmó- completa la ciudad de servicios y convertirá a A Coruña en la nueva capital industrial, con uno de los mayores crecimientos de España en los próximos años». Vaticinó la llegada de empresas, la habilitación de polígonos industriales con 10 millones de metros cuadrados en Arteixo y A Laracha y la consagración de la ciudad como puerta de entrada a Europa. Puso para ello un ejemplo muy gráfico: «En el 2013, ya tendremos el AVE. Eso significa que una mercancía que llegue en barco desde Estados Unidos o Canadá podrá desembarcar en A Coruña y estar en Viena día y medio después. Cuando ese barco llegue a Rotterdam, la mercancía ya lleva dos días en Viena». Globalización Con este razonamiento, subrayó que A Coruña tendrá las bases para «competir en la globalización», con un tráfico marítimo que está «colapsado en Rotterdam y en el canal de la Mancha». El alcalde socialista tampoco escatimó elogios para las características del proyecto que se ejecutará en Langosteira. Desgranó los datos conocidos sobre diques, calados y operatividad, que convierten al conjunto en «la mayor obra portuaria que se realiza en estos momentos en el mundo, sólo comparable a las de Japón». Por ello, auguró que «sólo dos o tres empresas se presentarán al concurso, porque no hay más capacidad. El coste de la documentación necesaria -precisó- ya supera las 300 o 400 millones de pesetas». «Nos corresponde algo hermoso -afirmó Vázquez mirando al auditorio-, que es abrir y cerrar ciclos en la historia de la ciudad, y haber trabajado por La Coruña de nuestros hijos y de nuestros nietos».