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Mueren cuatro guardias civiles al estrellarse su helicóptero en Vegadeo

La Voz LA VOZ | RIBADEO

GALICIA

El aparato chocó con unos cables de alta tensión cuando sobrevolaba el límite con Galicia Dos de los agentes, uno lucense, habían subido a la aeronave minutos antes

17 mar 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

Los cuatro ocupantes de un helicóptero de la Guardia Civil murieron ayer al estrellarse el aparato en un monte de Abres, en el municipio asturiano de Vegadeo, en el occidente asturiano, en el límite con Galicia. Dos de los guardias civiles, ambos agentes del Seprona de Vegadeo, eran vecinos de Ribadeo. Se trata de Diego Barreiro Chousa, de 29 años y natural de Lugo, y del cabo Santiago Fuente Gayoso, de 31 años, quien aunque había nacido en Barcelona estaba muy vinculado a la capital lucense. De hecho, su familia reside en la avenida de Fontiñas de Lugo. En el accidente también perdieron la vida el piloto, el teniente Guillermo Antúnez Mellado, de 27 años, natural de Sevilla y vecino de Oviedo; y el mecánico, el sargento Ángel Macía Álvarez, quien nació en León hace 32 años. El suceso ocurrió alrededor de las seis y media de la tarde. Minutos antes el helicóptero había aterrizado en el campo de fútbol de Vegadeo para recoger a los dos agentes del Seprona con el objetivo de realizar una misión de vigilancia de montes y de zonas de pesca. Tras despegar, el aparato se dirigió hacia la zona de Trabada remontando el río Eo -la frontera natural que divide Asturias y Galicia- y colisionó contra unos cables de alta tensión que cruzan el Eo desde Vegadeo a Trabada. El impacto provocó un incendio y la muerte de los cuatro agentes. El aparato quedó totalmente destrozado, con fragmentos desperdigados que originaron varios focos de fuego. Difícil rescate Las labores de rescate de los cuerpos se vieron entorpecidas por el incendio y por la dificultad para acceder al monte en el que cayó la aeronave. La Guardia Civil tuvo que cortar el tráfico en el kilómetro 17 de la carretera N-640 debido a que los cables de alta tensión con los que chocó el helicóptero estaban tendidos sobre el asfalto. Los cadáverses de los agentes fueron recuperados alrededor de las ocho y media de la tarde y trasladados al Hospital Comarcal de Jarrio, en el municipio asturiano de Coaña. En el dispositivo de rescate participaron decenas de personas y dos helicópteros, el del 112 de Asturias y el Pesca 2 , de la Consellería de Pesca, con base en Celeiro (Viveiro). El helicóptero siniestrado, que realizaba un servicio conjunto con el Seprona, tenía su base en el centro de emergencias de La Morgal, en el municipio asturiano de Llanera. Los dos agentes del Seprona de Vegadeo se habían incorporado recientemente al servicio en la localidad astur. Uno de los últimos destinos de Diego Barreiro fue el cuartel de Barreiros, en A Mariña, mientras que Santiago Fuentes estuvo destinado en los puestos de Abadín y, entre 1998 y el año 2000, en Cospeito. Ninguno prestaba entonces servicio en el Seprona.