El borrador de la Lei de Montes que la Xunta estudia hoy en Monforte limita el uso del suelo afectado por el fuego Medio Ambiente podrá cobrar una tasa por los servicios de extinción en casos de negligencia
01 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.El anteproyecto de la Lei de Montes, que el Consello de la Xunta analizará hoy en el retiro de Monforte, prevé que el aprovechamiento de la madera quemada en incendios forestales quede sujeto a la solicitud de una autorización administrativa previa. El borrador legislativo contempla, además, la restricción de actividades que puedan resultar beneficiadas para su implantación por incendios o por la desaparición del arbolado arrasado por el fuego. Estas medidas preventivas se suman a otras en marcha, como la prohibición de recalificar terrenos quemados con fines urbanísticos, para reforzar el control de intereses que pueden dar lugar a fuegos intencionados. La Xunta sostiene que detrás de ocho de cada diez incendios está la mano de un incendiario. El texto que Medio Ambiente quiere consensuar con los agentes del sector establece también la posibilidad de cobrar una tasa por servicios de extinción a los propietarios del terreno afectado, si incumplen la obligación de mantenerlo en condiciones. La normativa delimita las responsabilidades en la lucha contra incendios de la Xunta, con competencia en terrenos rústicos, y de los concellos, en el resto del territorio. Regula la obligatoriedad de dar aviso a las autoridades en caso de incendio y fija sanciones. El modelo del Plan Infoga El proyecto de Lei de Montes, que consta de 197 artículos, consolida el modelo operativo del Plan Infoga, practicado en los últimos trece años, y prevé la declaración de zonas de especial riesgo de incendio. Esas áreas dispondrán de medidas preventivas específicas. Medio Ambiente detectó en el 2002 catorce zonas de alto riesgo en un estudio que abarcó las 3.797 parroquias gallegas. La futura ley fomentará la actividad forestal desde la sostenibilidad. Para ello, habilitará ayudas e incentivos fiscales. Los técnicos mantienen que si el monte está activo es más difícil que se queme. La ley busca mejorar la gestión de los recursos para aumentar el rendimiento de unas explotaciones que, junto al valor ambiental, configuran un sector estratégico en Galicia por su dimensión social (600.000 dueños de montes y 2.840 comunidades vecinales) y económica (6,5 millones de metros cúbicos de madera cortada cada año con un valor en primera venta de 240 millones de euros). El sector forestal mantiene 40.000 empleos.