
Colin Rivas es el creador de la página web más respetada y envidiada del panorama musical en Inglaterra y Estados Unidos. Más de tres mil artistas pusieron su futuro en sus manos
28 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.A nadie se le había ocurrido antes que una página web podría funcionar mejor que una discográfica más que a Colin Rivas, otro gallego que de la nada hizo un imperio. Este joven pontevedrés, que no ha disfrutado ni de un recreo en sus treinta años, es músico y saca músicos adelante como un mago palomas de su chistera. Tan fácil como esto: escucha todo lo que llega a sus oídos y, si le gusta, enciende el ventilador y lo lanza a los cuatro vientos. Un cazatalentos. Ahora mismo es uno de los referentes más sólidos del panorama musical europeo y norteamericano, llegando incluso a que el apellido Rivas sea respetado y envidiado por las grandes multinacionales. Casi todas quieren colaborar con él. Este gallego afincado en Londres y que no se deja vampirizar por el dinero (lo jura) tiene muchos más méritos que la multiplicación de los panes y los peces. Ya muy jovencicto se fue a California a estudiar música, para luego asentarse en Londres. En toda su vida no ha tenido ni un instante de sosiego. Ni quiere estropearse, ni parece importarle la fama, o que de él apenas se tenga una foto un poquito más grande que de carné. Dice entre risas que quiere ser como Amancio Ortega. Por el momento, ya tiene su propia máquina de hacer dinero, que se enciende con la urgente necesidad que tienen casi todos los musicos o grupos que empiezan (o los que están a punto de tirar la toalla) en darse a conocer. Así, si uno es músico, no tiene dinero ni para una púa de guitarra y las discográficas le cierran sus puertas bajo siete llaves, la solución está en www. panartist.com, una torre de Babel llena de artistas alternativos, independientes o incluso consagrados. En su página web anidaron grupos y cantantes de todo el planeta que escapan de las grandes discográficas o, simplemente, sueñan con un hueco en la complicada galaxia musical. Nuevos sonidos Esto no ha hecho más que empezar. La cosa funcionó desde el primer día: en noviembre del año pasado parió la idea y dos meses más tarde la puso en marcha. Desde entonces, su página web es visitada mensualmente por millones de personas de todo el mundo con sed de nuevos sonidos o hambre de triunfo. Esta web lo abarca todo. Por un lado, a cambio de módicos precios (de 20 a 80 euros), se compromete con los artistas que así lo deseen a promocionarlos. Rivas y su equipo cuelgan en la web sus canciones y sus discos, que venden por cantidades muy inferiores a las del mercado (entre cinco y diez euros), les organizan conciertos o los introducen en el mercado de giras. Ahora mismo, 3.123 artistas pusieron su futuro en manos de Colin Rivas. Pero no le vale cualquiera. Antes de firmar con ellos cualquier colaboración, el gallego pone condiciones. Primero, que le gusten. Y segundo, que tengan al menos dos discos editados. Machaca una y mil veces: «aquí no queremos cuatro locos que golpeen la guitarra y se hagan llamar independientes o chicas que enseñen las tetas. Exigimos calidad». panartist.com no sólo se dedica a promocionar o criar talentos. También es un lugar para escuchar música y conocer las novedades del mundillo musical. Contratos España no está todo lo presente en la web como a Rivas le hubiese gustado. A pesar de sus contratos con TVG, TV3 o Canal +, sólo tiene amparados a cinco grupos españoles. El resto canta hasta en árabe. Y aglutina todo tipo de música, desde la clásica, al hip hop. ¿Es Colin Rivas un hombre rico? Ni por asomo. A este joven le apremian las ideas y todo lo invierte en ellas. La página que él creó engorda todos los días. Si no le añade una radio, cuelga una webcam en algunos de los mejores conciertos de Londres. No para de barrenar. Es tan celoso con lo suyo que ya rechazó ofertas de multinacionales como McDonalds o la mismísima Coca Cola para poner publicidad en la web. «¿Para qué quiero cuatro mil euros si con la publicidad la página irá más lenta?», alega como si nada. Este cazatalentos, que para hablar con él hay que ir cenado (habla por los codos), se propone ahora introducirse en el mundo del cine. Por ahora introdujo en la página web un lugar destinado a promesas cinematográficas, a las que les permite colgar sus cortos. Permanezcan atentos.