Portugal apuesta por el bacalao de acuicultura para afrontar la escasez

Efe LISBOA

GALICIA

25 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Como ya sucede con salmones, doradas, lubinas, rodaballos y otros pescados, el futuro del bacalao, el preferido de los portugueses, que cada año consumen cerca de 75.000 toneladas, puede estar en la acuicultura. Aunque a los puristas no les agrada la idea y señalan que hay mucha diferencia entre el criado en «granjas marinas» y el capturado tras una existencia salvaje, lo cierto es que la escasez del «gran pez», como lo llamaban los antiguos marineros, parece que dependerá de los viveros. En las frías aguas de Noruega hace tiempo que se experimenta la cría de bacalao en la Estación de Investigación Karvika, gracias a las enseñanzas aprendidas de la acuicultura del salmón desde la década de los sesenta. Noruega, dicen los expertos, reúne las condiciones ideales de bajas temperaturas marinas, alrededor de 2 grados celsius en el Mar de Barents, que se precisan para criar bacalaos. La influencia de la corriente del Golfo de México determina que ese microclima marino sea ideal para la cría de los bacalaos, una especie amenazada por la pesca masiva para satisfacer a mercados como el portugués, que tienen desde hace siglos en esa especie uno de los principales manjares de su dieta. Grandes jaulas de acero guardan miles de peces criados como otros animales en las granjas terrestres, administrándoles alimentos que propician su engorde controlado por veterinarios, ya que la lucha contra enfermedades ha sido uno de los problemas de la acuicultura. Para sus defensores, el éxito de la cría de bacalao acabará con la estacionalidad de su pesca y rebajará los precios de este producto alimenticio, que en pocos años llegó a alcanzar cotas astronómicas por la escasez de pescado.