Durante el período de renovación de la licencia sólo se puede circular por España Muchos gallegos que trabajan en el país vecino se ven sorprendidos por esta norma aparentemente desfasada
03 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.Desde La Junquera a Tui se puede circular con un carné de conducir provisional, pero sin pasar un metro de la frontera. Incluso Portugal es «el más allá». Y es que si un ciudadano se ve obligado a renovar su permiso, debe saber de antemano que, efectivamente, podrá seguir disfrutando del derecho de libre circulación que establece el Tratado de Schengen, pero siempre y cuando no esté él al volante. La suspensión temporal de este acuerdo suele estar asociada a eventos de tanta trascendencia que requieren extremar las medidas de seguridad de un Estado, como la celebración de una boda real o la copa del mundo de fútbol. Sin embargo, la explicación de esta excepcional situación es tan sencilla como asombrosa. Realmente, lo peligroso es salir del país con la licencia transitoria, ya que ésta no habilita a su portador para conducir fuera de España. Sí es verdad que en la autorización temporal que le entregan a uno en la Jefatura de Tráfico después de presentar toda la documentación necesaria, especifica, y de una manera muy clara, que es «válida para conducir por España si va acompañada de un documento oficial de identificación». Pero también es cierto que, pese a la intensa campaña de publicidad con que la Administración ha bombardeado a la ciudadanía para concienciarla sobre las ventajas de la unificación y de los beneficios del nuevo modelo europeo del documento, se le ha olvidado avisar de que, mientras duren los trámites, ese espacio común se reduce a las carreteras españolas. Esta limitación puede no ser «grave» para conductores de otras comunidades autónomas. Pero para los gallegos, especialmente para los que residen cerca de a raia y, más aún, para los aproximadamente 2.000 trabajadores que al menos una vez por semana se ven obligados a cruzar el Miño, las consecuencias son más trascendentes. Los transportistas y conductores del servicio público parece que están más informados porque, cuando llegan a la correspondiente ventanilla, piden el formato antiguo, por lo que les entregan en cinco minutos un nuevo permiso. Más grande, en cartulina, sin microlíneas ni imágenes codificadas, ni tintas invisibles, pero con el que pueden seguir conduciendo «sin fronteras» desde ese mismo momento.