Esta medida «excepcional» tendrá lugar a la espera de la reactivación del acuerdo suscrito en 1992 Viaje relámpago de De la Vega a Ceuta y Melilla para acallar las críticas
05 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.El gesto de Marruecos llegó después de casi veinte avalanchas de inmigrantes en las vallas de Melilla y Ceuta y un mes de negociaciones: el país vecino aceptará en los próximos días, acaso hoy, la readmisión de un primer grupo de inmigrantes subsaharianos llegados en las últimas oleadas a los perímetros fronterizos. La vicepresidenta del Gobierno, María Fernández de la Vega, que ayer se reunió con los presidentes de las dos ciudades autónomas, aprovechó el encuentro para anunciar esta primera devolución, que matizó es una readmisión «excepcional» y de «carácter extraordinario». La número dos del Ejecutivo no quiso desvelar ni el número de sin papeles ni el lugar ni el momento exacto de la expulsión masiva, si bien fuentes del Gobierno aseguraron que en esta primera devolución serán sólo decenas los inmigrantes que vuelvan a territorio marroquí. En un principio, la fórmula administrativa que se utilizará será la «devolución en frontera», que faculta a las autoridades españolas a readmitir a los inmigrantes descubiertos al violar in fraganti el perímetro fronterizo. La vicepresidenta dejó claro que no podrán ser devueltos por este procedimiento, ya que sería ilegal, los inmigrantes que ya se encuentran en los centros de acogida con órdenes de expulsión y con un expediente abierto. El problema radica ahora, reconocieron responsables de La Moncloa, en determinar qué parte exacta del territorio nacional se considera frontera. Primes gesto La propia Fernández de la Vega definió esta primera devolución como «primer gesto», aunque desveló que el Ejecutivo ya trabaja en la «activación inmediata» del Convenio de Repatriación firmado en 1992 por el entonces ministro del Interior, José Luis Corcuera, y que ha sido incumplido de forma sistemática por Rabat, que en trece años han aceptado la devolución de apenas unas decenas de inmigrantes no marroquíes. Si el país vecino acepta aquel convenio, España podría devolver, en teoría, a todos los inmigrantes clandestinos de Ceuta y Melilla. No obstante, fuentes del Gobierno admitieron que este acuerdo no sería aplicable siempre para los subsaharianos llegados en pateras, pues habría que probar que las embarcaciones partieron de suelo marroquí. El anuncio de la primera readmisión de esta crisis no era la única sorpresa que la vicepresidenta guardaba. Poco después de despachar con los presidentes Juan José Imbroda y Juan Jesús Vivas, se marchó a Ceuta y Meilla en un viaje relámpago de apenas 24 horas para conocer la situación de primera mano y, de paso, acallar las críticas del PP por la ausencia de representantes del Gobierno en las ciudades acosadas por las oleadas de inmigrantes. La premura del periplo fue tal que Imbroda y Vivas tuvieron que declinar la invitación para acompañar a De la Vega ante la imposibilidad de casar las agendas en tan poco tiempo. La vicepresidenta escuchó en el palacio de la Moncloa durante más de una hora las quejas de los máximos responsables de las dos ciudades. Aunque Imbroda y Vives definieron el encuentro como cordial, la número dos del Ejecutivo no ocultó su malestar por las críticas de ambos horas antes en el encuentro con Mariano Rajoy en la sede del PP. Los presidentes de Ceuta y Melilla, tal y como reclama su partido, exigieron a un cambio en la Ley de Extranjería que permita, en cualquier caso, las repatriaciones inmediatas y sin trámite burocrático, una posibilidad que el Ejecutivo volvió a rechazar, máxime ahora que está convencido de poder reactivar el convenio de 1992. «Sirga tridimensional» La vicepresidenta respondió a las críticas con el largo listado de medidas para reforzar los dos perímetros fronterizos aprobadas en el Consejo de Ministros de la pasada semana y confirmó que las dos ciudades tendrán una tercera valla, a la que por primera vez se dio nombre: sirga tridimensional . Aunque no supo explicar exactamente qué hay detrás de este extraño nombre, fuentes de Interior ya adelantaron que será una suerte de sistema de malla o red en contraplomada que impedirá que los inmigrantes lleguen a la primera valla. Además de las medidas ya acordadas, adelantó que el Ejecutivo liberará 28 millones de euros para «dotaciones antidisturbios» y que el Ejecutivo ultima un convenio para la cooperación fronteriza con Marruecos, además de recordar que la diplomacia española ha conseguido en tan sólo 24 horas los 40 millones de euros que la Unión Europea había prometido a Marruecos hace dos años y no había entregado.