EL CRIMEN DE MONFERO
10 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.La tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de A Coruña contra Isabel Marcos, sus padres y su marido por la muerte de Vanessa Lorente contó con la presencia de los forenses, de varios amigos de la víctima y de la principal acusada. Los médicos que realizaron la autopsia a la joven aseguraron que murió a causa de un fuerte golpe en la nuca con un objeto romo. También apuntaron que la dosis que tomó de somnífero no influyó absolutamente nada en el fallecimiento, simplemente sirvió para que se quedara dormida, momento que aprovechó el homicida para asestarle el golpe y llevarla hasta la casa de Monfero, donde fue enterrada en un hoyo de un metro de profundidad. El momento clave del día fue la comparecencia del amante de Isabel Marcos. Las defensas intentaron arrinconarlo con preguntas acerca de su amistad con el compañero sentimental de la víctima y padre del bebé. Los abogados mostraron su extrañeza sobre su actitud durante el día en que desapareció Vanessa y sobre el «singular» comportamiento que tuvo con Isabel cuando ésta le comunicó que esperaba un hijo de él. Este joven recordó que mantuvo relaciones sexuales con la principal acusada la víspera de la desaparición de Vanessa. Y dijo que no se fijó si tenía o no barriga, circunstancia que extrañó a la defensa, pues «cómo es posible que no le llamara la atención algo así si ella ya le había comunicado que iba a ser el padre de su futuro hijo». Más sorprendidos se quedaron los letrados con el hecho de que el día que le comunicó el falso nacimiento de su hijo, él no acudiera a visitarlo ni a comprobar el estado de la madre. Este joven se limitó a contestar que se emborrachó con sus amigos. En cuanto al día de la desaparición, el hombre no acudió a trabajar. Al preguntarle por los motivos, alegó que le dolían las muelas. Todas estas respuestas fueron buscadas por los letrados de la defensa, pues sospechan que este joven tuvo alguna implicación en el crimen. Ya Isabel lo había involucrado en una de sus declaraciones. Sin embargo, la Guardia Civil, tras investigarlo durante meses, concluyó que nada tenía que ver con el suceso.