Subastan por 132.000 euros una embarcación rápida en la que se invirtieron seis millones En la base del puerto coruñés se concentraban hace seis años tres buques de vigilancia.
12 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Técnicos del Servicio de Vigilancia Aduanera advierten sobre el continuo y progresivo «desmantelamiento» de la base marítima de A Coruña. Aseguran que, hasta hace seis años, en la dársena coruñesa se concentraban tres buques, dos patrulleros de altura, el Gavilán II y el Alcaraván II , y la embarcación de alta velocidad Nebli. Sin embargo, en estos momentos tan sólo está operativo uno de ellos, el Alcaraván II . De hecho, la Agencia Tributaria, a través de su Dependencia Regional de Recursos Humanos y Administración Económica, acaba de sacar a subasta el catamarán Nebli . Los técnicos del SVA manifiestan que el primero de los barcos se desplazó a otro puerto y después «fue desguazado». La dirección, según aseguran, les prometió reforzar el servicio sustituyendo este barco con otro buque de mejores prestaciones. «Este compromiso jamás se cumplió». Al contrario, el Nebli -un catamarán de aluminio adquirido en 1992 y equipado con dos motores de 3.400 caballos de potencia cada uno que le permitían alcanzar velocidades de hasta 50 nudos- se averió. El barco fue enviado a un astillero del sur y, a pesar del «alto coste de su reparación», jamás volvió a entrar en servicio. Aduanas vende ahora este barco con un precio de salida de 132.000 euros. Su coste, según las mismas fuentes, fue de seis millones de euros. Los trabajadores del Servicio de Vigilancia Aduanera indicaron que con este escenario «es totalmente imposible» desarrollar un operativo de inspección, control y detención con eficacia y seguridad en la lucha contra el contrabando y el narcotráfico. Aseguran que desde A Coruña hasta Ribadeo no se encuentra otra embarcación, el Alcaraván III, y lo mismo ocurre hacia la Costa da Morte, donde está la base de Muros con una lancha «de ría, que no puede salir de puntas», subrayaron. Costa da Morte Esta es la razón por la que los contrabandistas eligen las costas del norte de Galicia, sobre todo la zona de la Costa da Morte -Muxía, Camariñas, Camelle- para desarrollar su actividad, indicaron. «Estamos totalmente a su merced. Nos ganan continuamente la partida y esto no se puede soportar, por el bien de los gallegos y por nuestra propia seguridad», indicó uno de los técnicos del servicio. Por ello, solicitan la rápida intervención del Gobierno central y de la Xunta. Consideran que hasta este momento «están haciendo muy poco para evitar el contrabando».