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La versión flamenca del himno gallego enfrenta a PSOE y BNG

GALICIA

Sandra Alonso

Villarino advierte que el Parlamento volverá a contratar a los músicos El Bloque investiga los contratos y facturas de los fastos del 25 aniversario de la Cámara

21 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Los sentidos acordes de la guitarra española de Niño Josele, que el martes coronaron la ceremonia del 25 aniversario del Parlamento gallego, están aguando las relaciones entre los grupos del BNG y el PSOE, condenados a entenderse en el Gobierno de la Xunta. La interpretación de una versión cañí del himno gallego durante el citado acto solemne parece estar martilleando la conciencia de los diputados nacionalistas, que exigieron en una iniciativa a la presidenta de la Cámara, la socialista Dolores Villarino, que en lo sucesivo se respete la interpretación clásica del himno, con los versos de Pondal y la música de Pascual Veiga. El portavoz del BNG, Carlos Aymerich, fue aún más allá al criticar que con la Xunta del PP «había que poñerlle saias aos gaiteiros para disfrazalos de escoceses, e agora co PSOE parece que hai que arrincar por bulerías ou tocar con ritmos aflamencados», se quejó. «Nós non temos vergoña de ser galegos e de amosar o que temos no país», insistió al presentar la iniciativa en la que emplaza a la Cámara a respetar en lo sucesivo la versión del himno gallego que figura en la Lei 5/1984 de Símbolos de Galicia. Ignorancia La reacción de la presidenta del Parlamento no se hizo esperar y, como si apelase a los versos de Pondal que dicen aquello de que «só os ignorantes, e féridos e duros» no lo entienden, Villarino atribuyó precisamente a la «ignorancia» la polémica suscitada por el Bloque. En una comparecencia en la que se hizo acompañar por el vocalista Delio Domínguez y el guitarrista Cuchús Pimentel, artífices de la versión aflamencada del himno y del concierto ofrecido junto a Niño Josele, Villarino previno contra quienes pretenden «asimilar determinados instrumentos con territorios» y recordó que ni la guitarra es andaluza ni la gaita es gallega. Y tras piropear a los citados músicos, anunció que el Parlamento volverá a contratarlos en breve. También el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, aludió ayer al pasional enfrentamiento entre socialistas y nacionalistas, matizando que «eu non son o garante das esencias». Aunque el jefe del Ejecutivo prefirió no pronunciarse sobre gustos musicales, sí subrayó que el himno de Galicia «non está reñido con ningunha música», siempre y cuando se salvaguarde su dignidad, al tiempo que abundó que los actos del 25 aniversario cuentan con el acuerdo de la Mesa de la Cámara y el consenso de todos. Réplica y contrarréplica No obstante, el nacionalista Carlos Aymerich discrepó abiertamente de esta opinión, y en una nueva comparecencia ante los periodistas -si cabe más ardiente que la anterior- aseguró que la contratación de los músicos que hicieron la original interpretación de Queixume dos pinos no pasó «nin pola Mesa do Parlamento nin pola Xunta de Portavoces». Tanto es así que Aymerich avanzó que el BNG solicitará a Villarino toda la documentación relativa a los fastos del 25 aniversario del Parlamento, con copias de cada contrato y factura firmada, para analizarlos detalladamente. Y mientras los políticos se enfrentaban por la pureza de los acordes del himno gallego, los músicos que hicieron la versión libre se esforzaron, con Villarino, en pronunciar varias frases en gallego para dejar bien claro cuál es su procedencia y sus ganas de esquivar la polémica. «En absoluto foi unha versión flamenca, e traballiño me custou», zanjó Delio Domínguez.