Un silo de serrín y viruta de madera, de unos cinco metros de altura y dos de diámetro, de una empresa ubicada en el polígono industrial de Coirós reventó ayer tras declararse un incendio en su interior. A pesar de la aparatosidad del siniestro no se registraron daños personales, y tan sólo resultó afectado un automóvil que se encontraba estacionado en las inmediaciones del depósito de almacenaje. Los daños en el coche se debieron al calor que se desprendió del silo. El suceso tuvo lugar sobre la una de la tarde. A esa hora, los empleados de la empresa Neira y Seoane, dedicada al tratamiento de madera, oyeron una fuerte explosión. Cuando salieron a ver lo que había ocurrido comprobaron que el silo donde se almacenaba el serrín y las virutas había reventado. También detectaron que los materiales que se encontraban en su interior estaban ardiendo. Ante esta situación y para evitar que el incendio se propagase a las dependencias colindantes, los responsables de la compañía alertaron al servicio de emergencias 112, que a su vez alertaron a los bomberos del parque comarcal de Betanzos. Los servicios contraincendios se dirigieron al lugar del suceso y comprobaron que parte de la estructura del silo estaba destruida debido a la explosión, y su parte más alta derribada en el suelo. Aún así, comprobaron que el serrín se encontraba ardiendo. Los bomberos, con la ayuda del camión escalera y utilizando los equipos autónomos de respiración, lograron crear dos líneas para sofocar las llamas que afectaban al interior de la estructura y para refrigerar el resto del artefacto. Los contraincendios decidieron vaciar el serrín que se encontraba en el depósito para evitar posibles reavivaciones del fuego. Esta maniobra se adoptó debido a que este producto arde sin producir llama y el polvo que emite es muy inflamable y puede producir explosiones. Los bomberos de Betanzos utilizaron alrededor de 12.000 litros de agua y terminaron su trabajo sobre las tres y media de la tarde. Sobre las causas del incendio, todo apunta, según los bomberos, a que se produjo un cortocircuito en los sistemas eléctricos de aspersión del serrín y de la viruta.