El precio de las bateas alcanza el millón de euros en algunas zonas

La Voz R.E. | VILAGARCÍA

GALICIA

MARTINA MÍSER

En puntos como Aguiño y O Grove se pagan cifras astronómicas por las mejilloneras Hacerse con un vivero supone el desembolso de una media de 360.000 euros

05 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

?uando las bateas empezaron a aparecer en las rías, los turistas que llegaban a Galicia confundían las mejilloneras con pequeños chalés flotantes. Ha pasado el tiempo, de las bateas ha desaparecido la caseta de laboreo que antes se levantaba sobre ellas, y nadie confunde ya una plataforma de cultivo con un palafito de última generación. Sin embargo, los viveros y las casas ubicadas en los mejores lugares de la ría tienen algo en común: los desorbitados precios. Como ocurre con la vivienda, el valor de las bateas depende de su ubicación -el artefacto en sí mismo ronda los 60.000 euros-. Hacerse con una mejillonera en las mejores zonas de producción no está al alcance de cualquiera: en el sector saben que en O Grove y en Aguiño, por ejemplo, hay quien pide hasta un millón de euros por su concesión. Oferta y demanda Dice el refrán que contra el vicio de pedir está la virtud de no dar. Pero parece que ese dicho no es aplicable en el mundo del mejillón: hay bateeiros que han recibido ofertas que rozaban los 166 millones de pesetas. Esas son cifras extremas, pero no tanto. El horizonte de los 600.000 euros ha sido atravesado ya en numerosas transacciones realizadas en torno a las bateas mejor colocadas. Las cifras se van rebajando a medida que los viveros de esa especie flotan hacia el interior de las rías. Sin embargo, hacerse con una concesión no es asequible ni siquiera en las zonas de producción menos ventajosas. Fuentes del sector apuntan a que el precio se mueve en el entorno de los 360.000 euros. Semejantes números deberían ser un motivo de alegría para los bateeiros. Pero no es así. La mayor parte de los representantes del sector consideran que las cotizaciones de las concesiones para la instalación de mejilloneras están desorbitados, y no dudan en achacar esa circunstancia a una actividad muy extendida en Arousa: el blanqueo de capitales. El desembarco de agentes externos en el mundo del cultivo de mejillón hace que los precios de las mejilloneras se disparen, alejan las concesiones de los verdaderos bateeiros -que no siempre pueden contrarrestar las millonarias ofertas- y desestabilizan al sector, porque al que quiere blanquear dinero, dicen, «dalle igual tirar co prezo do mexillón e romper con todo». Las operaciones de blanqueo no son el único motivo de los desorbitados precios de las mejilloneras. Otro factor que afecta al juego de la oferta y la demanda, apuntan los dirigentes bateeiros, es el interés de grandes grupos del mundo de la acuicultura y del procesado de mariscos por hacerse con concesiones para producir el mejillón que luego comercializarán. Es decir: al mismo tiempo que los productores se han decidido a dar el salto a la comercialización, los ocupados en esa actividad han decidido apostar también por la integración vertical asegurándose el autoabastecimiento. Aún hay que tener en cuenta un tercer elemento que permite explicar las elevadas tarifas que se pagan por algunas bateas, por lo menos por las ubicadas en las mejores zonas de la ría: la rentabilidad. «Probablemente desquitas mellor unha batea que costa 90 millóns (de pesetas) que unha de 50. Porque a primeira seguro que está en mellor sitio e que da mellor mexillón», explican los bateeiros. Por esa razón, mucha gente se lanza a realizar un mayor desembolso, que en muchos casos acaba rentabilizando antes que otra gente que realizó uno menor.