Nuevo pavimento para el Santo Cristo de Ourense

La Voz JESÚS MANUEL GARCÍA

GALICIA

MARÍA MIGUÉLEZ

23 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

UN ESPACIO SINGULAR. La capilla del Santo Cristo quizás sea la mejor apoteosis ornamental y escenográfica barroca dentro de un edificio gallego donde se muestran varias obras maestras. LA CAPILLA del Santo Cristo en la catedral de Ourense se halla en obras para cambiar su pavimento de madera podrida. Los obreros han sacado las tablas de la nave y el cemento que había por debajo hasta dejar al descubierto la tierra que se ve al retirar escombros. Carretillas de material salen de este espacio monumental que ofrece una imagen insólita pero necesaria para devolverle comodidad y esplendor. En el brazo norte del crucero, donde se halla el arco de acceso a esa capilla, un cartel prohíbe el paso por obras y una cortina de plástico aísla del resto del templo los trabajos e intenta reducir la circulación de polvo. Es la gran obra esperada desde hace meses, mucho tiempo. Patrimonio se decidió a afrontarla, pero antes tuvo que dar el visto bueno al cambio de arquitecto, ocupándose de esta tarea Manuel Seoane. El lunes fue retirada toda la madera estropeada. Llegó a ese deterioro por la capa de barniz que impedía la transpiración. «A madeira estaba moi mal, levantouse toda, os rastreis que tamén estaban podres e a capa de cemento que tiña», explicó Seoane. La solución pasa por un nuevo pavimento que permita que bajo él circule el aire. Hasta ahora eso no se producía y había que sumarle la humedad existente. La nave de la capilla ocupa unos cien metros cuadrados, donde se sitúan los fieles que siguen los cultos de la imagen que forma parte de los tres símbolos de la ciudad. La cabecera o camarín ronda los 70 metros cuadrados. La actuación fundamental afecta a la nave. En la cabecera habrá que revisar el baldaquino, obra de Domingo de Andrade, el mismo autor del baldaquino de la capilla mayor de la catedral de Santiago y del que hubo en Oseira. El nuevo piso será de castaño sobre pontones. El presupuesto es de 30.000 euros. En la sacristía se recuperará el pavimento de piedra y se estudia desmontar los sitiales del coro de madera, que recorre la capilla, tallado por Juan de Angés, imaginero francés y por Diego de Solís, que eran vecinos de León y que lo terminaron en 1590.