Las dos personas que fallecieron en la madrugada del sábado en un accidente de tráfico en Rois (A Coruña) conducían un quad del tipo ATV, es decir, el modelo más deportivo de estos cuadriciclos. Estos vehículos, sin embargo, están pensados para ser utilizados en el monte y, cuando se cambia tierra por asfalto, su comportamiento no es el de un coche.
Desde el punto de vista legal existen dos tipos de quads: los cuadriciclos se pueden conducir con el permiso A, y los matriculados como VE (vehículo especial) requieren el B. Los primeros tienen las mismas características y obligaciones que una moto, pueden circular por autopistas y llevar a dos personas. Los VE tienen limitada su velocidad en vías públicas a 45 km/h, deben circular por la parte transitable del arcén o el margen derecho de la calzada, no llevar pasajero, y sólo están obligados a tener retrovisor izquierdo. Hasta hace poco el uso de casco sólo era aconsejable, no obligatorio.
La mayoría de quads y ATV que hay en las carreteras se homologan en este segundo grupo para no pagar el impuesto de matriculación. La velocidad que pueden alcanzar algunos supera lo estipulado por ley, pero al conductor no se le pide experiencia mínima ni se le obliga a limitar la potencia del motor durante un período de tiempo, como sí pasa en las motos.