La fallecida, de 32 años, fue engullida por un golpe de mar junto a otras dos personas, que lograron salvarse
14 dic 2007 . Actualizado a las 11:47 h.Lo que iba a ser el final de una noche de ocio de tres foráneos en A Coruña terminó en tragedia. Patricia Vara Centeno, vecina de Madrid de 32 años, falleció tras ser atrapada por el fuerte oleaje del mar en la playa del Orzán, en la madrugada del miércoles al jueves. En ese momento, sobre a las 5.40, daba un paseo en la orilla junto a N.?G.?R, mujer de 27 años y natural de Madrid, y V.?C.?A., de 39 y natural de Barcelona, cuando el oleaje del mar los arrastró.
El hombre logró salir por su propio pie y, al verse impotente en el rescate, llamó por teléfono a la policía pidiendo auxilio, en las escaleras del paseo. Una patrulla de la Policía Nacional, que vigilaba la zona del Orzán en ese momento y permanecía parada en un semáforo enfrente al suceso, vio a varios policías municipales que se dirigían hacia el arenal y al hombre. Alterado, les decía que había dos mujeres en el agua. Una de ellas aún flotaba en la ola que golpeaba la orilla y la pudieron rescatar. La otra, Patricia Vara, se perdió en el mar.
De inmediato, un dispositivo de rescate de Salvamento Marítimo acudió alertado por el 112. El despliegue lo formaban el barco Salvamar Mirfak, una zódiac de la Cruz Roja y el helicóptero Helimer Galicia. Agentes de la Policía Nacional y Policía Local permanecieron en la zona, a la que no paraban de acercarse vecinos y curiosos.
Pico de oleaje
Durante el momento del suceso el oleaje tuvo su máximo pico del día, con una media de 2,6 metros de altura significante, cálculo realizado entre las olas de un segmento temporal de una hora. Tal y como afirmó uno de los policías que intervino en el rescate, el oleaje era muy irregular en el momento que ocurrieron los hechos, por lo que las olas que arrastraron a las tres personas pudieron superar los 3 o 4 metros.
Cuatro horas después, a las 9.40, fue hallado el cadáver de Patricia Vara. Apareció flotando en la zona del Millenium. Pablo Varela, el patrón del barco Salvamar Mirfak, explicaba que cuando la localizaron llevaba «zapatos, unos pantalones vaqueros y el sujetador». La parte de arriba de su ropa se la había llevado la corriente del mar y el hecho de que estuviera flotando descartaba que muriera ahogada. «Con el frío que hacía, lo más probable es que sufriera una hipotermia. En estas condiciones, en poco más de 10 minutos te puede dar una parada cardíaca», afirmaba Varela.
A las 10, el Salvamar Mirfak atracaba en el muelle de Oza con el cadáver para que fuera levantado por el juez. Los dos compañeros de la fallecida fueron trasladados al servicio de urgencias del Juan Canalejo con signos de hipotermia, y recibieron el alta en la misma mañana.