«Esto es un asesinato en toda regla», decían allegados a la familia durante las honras fúnebres
14 ene 2008 . Actualizado a las 03:18 h.«Nos paramos al lado, nos miramos y empezamos a correr». Así resumió Samuel Fiuza ante la policía lo ocurrido instantes antes de que su vehículo chocara en la madrugada del sábado en una calle de Vigo con un Citroën AX, cuyos ocupantes, un conocido matrimonio de la ciudad, resultaron muertos en el acto.
El Cuerpo Nacional de Policía ya ha finalizado las diligencias por el caso y hoy pondrá a disposición judicial a los dos jóvenes detenidos por presunta conducción temeraria con resultado de muerte. Los arrestados son Samuel Fiuza, que conducía el BMW 328 que impactó contra el utilitario en el que viajaban los dos fallecidos, y José Luis Sosa, conocido como Makelele, que conducía el Audi A3.
Tras el accidente, Sosa, que iba acompañado de una chica y otros dos jóvenes, aparcó el coche en un callejón, a unos cincuenta metros del lugar del siniestro, y estuvo desaparecido durante tres horas. Luego se acercó a la zona y Samuel, que había relatado los hechos a los agentes, lo identificó: «Ese es Makelele ». Los policías fueron con él hasta el Audi A3 y cuando se acercaba una joven accionó el mando a distancia para abrir las puertas del vehículo como si fuera suyo. Pero los agentes le preguntaron y la joven se derrumbó y acabó confesando que el vehículo no le pertenecía.
Personalidades
Los dos jóvenes, de 20 y 21 años de edad, respectivamente, empezaron la carrera en la calle Jenaro de la Fuente, tras haber doblado la esquina procedente de la calle Aragón. Al inicio de Jenaro de la Fuente se encuentra un semáforo. Es uno de los cinco que jalonan la vía, de apenas 540 metros de longitud. En el sentido que circulaban los conductores hay cuatro carriles de ancho, uno de los cuales está permanentemente ocupado por coches aparcados y el segundo de ellos suele registrar doble fila.
En su corta y mortal disputa los dos jóvenes rebasaron a otros vehículos. «Primero me pasó el Audi, luego el BMW y este intentó adelantarse al A3 cuando sucedió el accidente», relató un testigo, que calificó lo sucedido de «asesinato». «Ha sido un asesinato en toda regla», insistían también fuentes próximas a la familia.
Esta expresión se escuchó en los corrillos del funeral que se celebró ayer por la tarde en el tanatorio de Vigo Memorial. Más de dos mil personas acudieron al velatorio para acompañar a la familia. Las dos hijas de la pareja fallecida, Lucía, de 27 años, y Silvia, de 25, no podían contener las lágrimas al recibir centenares de pésames en la capilla ardiente. Uno de los que se acercó fue el presidente del Consorcio de Benestar Social y ex alcalde, Lois Pérez Castrillo. El político nacionalista calificaba de «imprevista y brutal» la muerte de estas dos personas a las que conocía desde hacía muchos años por la enorme actividad cultural que desplegaban en el Casco Vello de la ciudad.
En el tanatorio se dieron cita también Amador Fernández, ex edil y antiguo líder vecinal, y Lorenzo Fernández, ex presidente de la Asociación de Vecinos de Candeán en la que fue vocal muy activa Dolores Iglesias. Los cuerpos de Manuel y Dolores fueron incinerados tras una ceremonia religiosa concurridísima.