La última fase, que empieza pasado mañana miércoles, del dispositivo de Semana Santa es la que tendrá un mayor número de desplazamientos. Y por eso la Guardia Civil de Tráfico desplegará en los próximos días a todos sus agentes de servicio para mantener la máxima vigilancia de la red viaria.
Durante estos días se incrementará la presencia de patrullas en las carreteras gallegas, que realizarán un control casi permanente de la circulación con el objetivo de disminuir el número de riesgos.
Los responsables de la Guardia Civil en Galicia tienen previsto un plan de choque para establecer la vigilancia en las carreteras y que estará basado en tres pilares básicos, como son el control de la velocidad por medio de radares móviles y estáticos, el descubrimiento de infracciones con los coches camuflados y especialmente la detección del consumo de bebidas alcohólicas, que es uno de los principales problemas del tráfico gallego.
Las autoridades avisan: habrá controles de alcoholemia a todas las horas, de día y de noche. Y se harán todos los días de la semana, aunque se prestará una especial atención, como ya viene siendo habitual, a las noches de los fines de semana.