Condenan a Daniel Baúlo a 17 años y medio por 3.000 kilos de coca con destino al Reino Unido

GALICIA

Baúlo, en una imagen tomada cerca de la Audiencia Nacional
Baúlo, en una imagen tomada cerca de la Audiencia Nacional BENITO ORDÓÑEZ

17 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Daniel Báulo Trigo, el narcotraficante arrepentido de Cambados que a mediados de la década de los noventa, tras el asesinato de su padre por unos sicarios colombianos, contribuyó de forma determinante a la desarticulación el clan de los Charlines, acaba de ser condenado de nuevo por la Audiencia Nacional a 17 años y medio de cárcel por narcotráfico.

Esta no es la primera ni previsiblemente será la última condena por narcotráfico del hijo del difunto Caneo. Cuando estaba en libertad provisional por esta causa fue detenido de nuevo en el marco de la denominada operación Destello, por otro alijo de 1.800 kilos de cocaína.

Si en la última operación por la que fue arrestado estaba trabajando para contactos ingleses, en la que actualmente le mantiene en prisión sus supuestos socios eran José Benito Charlín y Jorge Isaac Vélez Garzón, un colombiano que ya cumplió condena en España por narcotráfico, tras ser detenido a comienzos de los años noventa con Sito Miñanco y que, una vez excarcelado, se convirtió en una pieza clave de los carteles colombianos en España.

Agentes encubiertos

La condena de 17 años y medio de cárcel -dos y medio menos de los 20 que le pedía el fiscal Juan Barallat- y 400 millones de euros de multa se la ganó con el alijo de 3.141 kilos de cocaína incautado en junio del 2005 a bordo del barco del pesquero de altura Atlantic Warner, en el marco de la operación Tul. El tribunal le aplica la agravante de reincidencia.

Esta operación fue realizada en colaboración con los servicios antidroga británicos, que tenían dos agentes encubiertos -el capitán y el controlador del barco- infiltrados en la organización.

Los preparativos de la misma, según la sentencia, se hicieron en varias reuniones celebradas en la localidad portuguesa de Faro, en Marbella e Inglaterra. La sentencia también deja constancia de que antes hubo otros intentos fallidos.

El tribunal presidido por el magistrado Guillermo Ruiz Polanco también condenó a Timothy Kieran O'Toole, el socio irlandés de Daniel Baúlo, a 15 años de prisión. G. F. S., un pontevedrés que era la mano derecha de Baúlo, fue condenado a 13 años y medio.

Absoluciones

La misma sentencia absuelve al cambadés Pablo Domínguez Ambrós y al británico James Karavini por no quedar acreditada su participación en los hechos.

Domínguez Ambrós, para quien el fiscal pedía 18 años como sospechoso de haber entregado en Southampton varios teléfonos con conexión satélite a los tripulantes del barco, había sido identificado por un agente encubierto portugués como Francisco Manuel Ribadomar y posteriormente otro agente británico lo reconoció a él. El tribunal justifica su absolución diciendo que esos agentes encubiertos no acudieron al juicio a ratificar sus identificaciones.

Las defensas de los principales acusados trataron de desvirtuar los cargos alegando que se trataba de un delito provocado, pero el tribunal, tras repasar la jurisprudencia existente sobre la materia, concluyó que no existió tal porque las decisiones las tomaron los ahora condenados y los agentes encubiertos fueron meros colaboradores suyos.

Entre la jurisprudencia manejada por el tribunal destaca la referente al caso del Agios Constandinos , en el que cayó por última vez el narco cambadés Sito Miñanco.