Condenados a vivir en el siglo XIX

GALICIA

Cinco núcleos de Marín están afectados por la Ley de Costas, que impide hacer obras a menos de cien metros del mar. Los vecinos no pueden arreglar ni un tejado

22 abr 2009 . Actualizado a las 02:29 h.

El urbanismo de cinco núcleos del litoral de Marín, todos anteriores a la Ley de Costas, está congelado desde 1988. Estos barrios datan del siglo XIX, y solo uno, Mogor, es de mediados del XX. Pero la incapacidad del Concello para clasificarlos como suelo urbano antes de la entrada en vigor de la Ley de Costas los dejó indefensos. Sus vecinos y las casas quedaron presos de una norma restrictiva en una franja de 100 metros hasta hoy. Las consecuencias de este problema administrativo son muy evidentes en la actualidad. En muchos casos, si quieren tener una vivienda digna, tienen que infringir la ley. Y si no lo hacen, se exponen a perpetuar unas condiciones de vida más propias de hace doscientos años.

El pasado viernes, el Consejo de Ministros aprobó recurrir ante el Constitucional la Lei de Vivenda, con la que el bipartito hizo su último intento por legalizar los núcleos. Cansados tras una lucha que lleva ya seis años, entre los vecinos cunde la indignación.

Reunión en Madrid

El alcalde de Marín, el socialista Francisco Veiga, también está indignado. Su golpe sobre la mesa del pasado lunes advirtiendo de que estaba dispuesto a manifestarse en el congreso del PSdeG el sábado en Pontevedra parece que surtió efecto. Hoy por la mañana, el regidor y dos de los afectados se entrevistarán con el director general del Mar, el gallego Juan Carlos Martín.

En estos barrios, los últimos acontecimientos se viven con una mezcla de resignación y enfado. En Loira solo basta mencionar la palabra Costas para escuchar una larga lista de quejas. Este es el barrio donde surgió la lucha de los afectados hace seis años.

Un caso típico es el de la familia de María Carballo. Su vivienda data al menos de 1919. El edificio, de gruesos muros de piedra, tiene la pega de que sus habitaciones son muy bajas, como lo eran la mayor parte de los vecinos hace cien años. El problema es que no han podido elevarlas un poco para que una persona alta no choque con el techo.

«Cuando me casé pensábamos que en dos años estaba todo el problema arreglado, pero ya han pasado seis», precisó. Ahora vive en una casa alquilada, justo enfrente de la suya.

«Arreglar nuestras casas»

«Lo que pretendemos no es urbanizar, sino arreglar nuestras casas», explicó Carballo. Rechaza la posibilidad de que se les dé una concesión por 30 años, que es la última propuesta hecha por Costas. «Cuando lo oí, sentí como si me tomasen el pelo», espetó. «En Madrid no se enteran de nada, la situación de los núcleos de Marín no se puede comparar con otros casos de España, porque gran parte de estas casas tienen más de cien años y solo queremos reformarlas para poder vivir», concluyó.

En el barrio de A Teoira, otro centenar de casas están también afectadas. Antonio Buceta asegura que su casa tiene más de cien años y que el tejado se reparó por última vez hace 45. Ahora no se atreve a hacerlo. Teme a Costas. «Esto é un abuso», afirma. Su mujer, Amalia de la Torre, no se explica qué pasa: «¿A quen lle fai mal en Costas que arreglemos a casa?». Los afectados no entienden por qué pasa esto en Marín. Enfrente, al otro lado de la ría, brillaban ayer bajo el sol Sanxenxo y Portonovo.