Ramón Pérez Mariño, ex jefe del área técnica de la Sociedade Galega de Medio Ambiente (Sogama), declaró ayer en el Juzgado de lo Social número 4 de A Coruña que sufrió persecución política por parte del Gobierno bipartito, que lo despidió con la acusación de haber ocultado las analíticas de los vertidos de Areosa desde el año 2003.
Pérez Mariño afronta un juicio por despido, bajo la permanente observación de los socialistas, que la víspera acusaron al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, de querer rescatar del paro al jefe que «ocultou» los vertidos «de forma sistemática».
En la vista oral del juicio, que quedó visto para sentencia, fueron llamados a declarar, según las fuentes consultadas, el delegado de personal de Sogama, el secretario general y un subordinado del propio Pérez Mariño, que también resultó despedido en enero del 2009, cuando la sociedad remitió al afectado la carta de despido. El juez prescindió de la declaración del anterior presidente de Sogama y de la del consejero delegado.
En el documento de despido se hace constar que la empresa tuvo conocimiento el pasado 7 de enero de la existencia de unas prácticas «consistentes en la ocultación de aquellos informes analíticos realizados por Applus para Sogama correspondientes al vertedero de Areosa, cuyos resultados se situaban fuera de los parámetros legalmente establecidos».
En la carta de despido se le acusa también de repetir analíticas hasta que estas pruebas llegasen «a arrojar unos resultados que sean conformes a los parámetros de vertidos autorizados», así como de «alteración del resultado de determinadas analíticas remitidas al órgano ambiental». Los socialistas han manifestado su «temor» de que Sogama acabe por reclamar la vuelta del despedido con la nueva Administración autonómica.