Las fuerzas de seguridad investigan si el artefacto fue depositado por miembros de Resistencia Galega
24 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Las fuerzas de seguridad investigan si activistas de Resistencia Galega son los autores de la colocación de la bomba que fue explosionada ayer por la mañana por agentes de los servicios especiales del Cuerpo Nacional de Policía en Vigo. Se trataba de una caja metálica de pequeñas dimensiones que llevaba una nota de aviso que ponía «perigo bomba» y que estaba colocada en el cajero de una oficina de Caixanova, situada en la esquina de las calles Aragón y Redomeira.
La misma advertencia fue utilizada en otras tres acciones cometidas en Galicia y atribuidas por las fuerzas de seguridad a Resistencia Galega, un grupo independentista radical que aprovecha diferentes conflictos para reaparecer. El hecho de que el objetivo fuese Caixanova no parece casual y algunas fuentes relacionarían esta acción con la participación de la entidad bancaria en la empresa que promueve el puerto de Massó, en Cangas. El pasado día 9 ese grupo pudo ser el autor de otro sabotaje en un cajero de Cangas.
Una empleada de la oficina fue quien encontró la caja y el cartel cuando llegó a su trabajo, a primera hora de la mañana. Inmediatamente fue alertada la Policía Nacional, que acordonó la zona y puso en marcha las primeras investigaciones.
Pese a ser una explosión controlada, los daños fueron importantes en la sucursal y obligaron a cortar el tráfico en una calle durante unos minutos y causaron destrozos en el primer piso del edificio donde está la oficina. La casa más afectada fue la de la familia de Christian Mora Méndez, un joven de 22 años a quien despertó la explosión: «Tenía la parte exterior del doble ventanal abierta y llegaron pequeñas piezas de hormigón a la ventana por el impacto. Fue un susto tremendo». El joven contaba la experiencia mientras esperaba la visita de la compañía de seguros para recoger todos los desperfectos y suciedad causados por la explosión.
Los daños en la sucursal bancaria se centraron en la cristalera exterior y la fachada, por lo que estuvo cerrada durante toda la mañana, aunque reabrirá sus puertas hoy.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, condenó el atentado señalando que «Galicia nin entende, nin comprende, nin admite», estas acciones, además de lamentar que se produzcan cercanas a las fechas de las fiestas del Apóstol. También manifestó su repulsa la portavoz del PSOE, Mar Barcón, que aprovechó para agradecer a los cuerpos de seguridad el trabajo desarrollado.