El Bloque podría debatir 12 interpelaciones por período de sesiones frente a las cuatro que le fija el reglamento
19 ago 2009 . Actualizado a las 02:01 h.El PP gallego ha empezado a mover ficha con el fin de cerrar este mismo mes un acuerdo político para regular los debates e iniciativas del Parlamento, con el que zanjar la sucesión de protestas y plantones que protagonizaron los grupos de la oposición en vísperas de las vacaciones de verano. El partido que sustenta la acción del Gobierno de la Xunta está dispuesto a hacer una interpretación muy generosa del reglamento parlamentario, hasta el punto de que ha alcanzado un principio de acuerdo con el Bloque que permite a los nacionalistas ampliar de forma ostensible su protagonismo en las sesiones plenarias de la Casona do Hórreo.
Las negociaciones políticas para hacer una nueva interpretación de las reglas de juego de la Cámara es una tarea que se autoimpusieron los grupos, con la intermediación de la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, para evitar fricciones que empezaron a aflorar después de las elecciones del pasado 1 de marzo, que condujeron al PPdeG a la Xunta y provocaron un reacomodo del PSOE y el BNG en las bancadas de la oposición.
A falta de acuerdo interpretado, el PP optó en los primeros meses por aplicar el reglamento casi al pie de la letra, especialmente en lo referente al artículo 149.2 del documento, que establece un cupo para que los grupos puedan elevar al pleno una proposición no de ley y una interpelación por cada tres diputados en cada período de sesiones, si bien también se establece el tope máximo para que ningún partido pueda debatir en la misma sesión plenaria más de dos iniciativas de este tipo.
De cuatro a doce
El BNG es el grupo que más pierde con la aplicación pura del reglamento, pues solo tendría derecho a elevar al pleno cuatro proposiciones y cuatro interpelaciones por cada período de sesiones, en los que suelen celebrarse entre ocho y diez plenos, lo que provocaría que el Bloque se quedaría sin intervenir en algunas sesiones.
Esta perspectiva condujo al BNG a blandir la amenaza de la interposición de un recurso ante el Tribunal Constitucional, opción que pierde fuelle tras el principio de acuerdo alcanzado con los populares y que permite a los nacionalistas ampliar su capacidad de iniciativa en la Cámara.
De hecho, si con el reglamento en la mano el BNG solo puede disponer de cuatro proposiciones e interpelaciones por período de sesiones, el PP se muestra ahora dispuesto a ampliar este cupo hasta diez en los períodos cortos, en que se celebran ocho plenos, e incluso hasta doce en los períodos de sesiones más largos, en los que se convocan hasta diez sesiones plenarias.
Con este acuerdo, que aún está pendiente de que sea asumido por el PSOE, los nacionalistas se aseguran la potestad de presentar al menos una proposición y una interpelación en cada pleno, e incluso les sobraría algo de cupo para ponerse a la altura del PP y del PSdeG y presentar dos propuestas y dos interpelaciones en una misma sesión.