Los dos acusados del accidente que le costó la vida a un matrimonio en el 2008, aseguran que no se conocían previamente.
17 nov 2009 . Actualizado a las 20:34 h.Los dos acusados de causar el accidente que le costó la vida a un matrimonio en la calle Jenaro de la Fuente de Vigo, en enero de 2008, han asegurado este martes, en el juicio, que no se conocían previamente y negaron que un «pique» entre ambos fuese la causa del siniestro.
En la primera jornada del juicio, que hoy comenzó en el Juzgado de lo Penal Número 1 de la ciudad viguesa, Samuel David Fiuza Viéitez , conductor del BMW que chocó contra el Citroën AX en el que viajaba el matrimonio, aseguró que la noche del accidente se dirigía en su coche a llevar a su novia a casa y que detuvo su vehículo en el semáforo que existe tras el túnel de Martínez Garrido.
Relató que cuando el semáforo se puso en verde, aceleró y que posteriormente «notó el golpe» del Audi A3 que conducía el otro acusado, Jorge Luis Sosa Mejuto, alias Makelele, por lo que invadió el carril contrario y chocó con el Citroën AX.
«No había tráfico y el suelo estaba un poco mojado, yo circulaba por mi carril, el de la izquierda, y adelanté al A3 a 70 u 80 kilómetros por hora como mucho», explicó.
Fiuza negó haber consumido cannabis u otro tipo de drogas y explicó que se había tomado «dos cervezas» durante la cena antes de coger el coche.
Apuntó que, tras el accidente, auxilió a su novia, que viajaba en el asiento del copiloto, que estaba «inconsciente» tras el choque, por lo que la trasladó a la parada de autobús mientras esperaba la llegada de la ambulancia.
También incidió en que sólo conocía a Makelele de vista, porque residía en la misma zona que él, y negó que hubiese habido un «pique» entre ambos, antes del siniestro.
«En todo momento llevaba el control del coche, si el conductor del A3 hubiese señalizado la maniobra de giro a la izquierda, habría frenado a tiempo», recalcó Samuel.
Dijo, además, que se enteró de que habían fallecido dos personas tras el siniestro cuando la Policía Local le practicó el control de alcoholemia y le mostró «los DNI de los fallecidos».
Aclaró que tras el accidente mortal pensó que el Citroën AX estaba «aparcado o en doble fila» y negó haber «esquivado» a otros coches después de invadir el carril de circulación del sentido contrario.
Por su parte, Makelele, que sólo contestó a las preguntas de su abogado, manifestó que había consumido «dos tequilas con Red Bull» antes del accidente y que salió del semáforo desde el carril derecho en el que se encontraba y que no vio al BMW de Fiuza.
cuando iba a adelantar a otro vehículo probablemente, porque estaba «en el ángulo muerto» del retrovisor.
«Noté un golpe y a los dos segundos otro golpe tremendo; saqué mi coche de allí porque estaba en el medio y estorbaba y lo estacioné en la calle Numancia», aclaró Makelele, quien insistió en que la culpa del siniestro no fue suya, algo que sigue pensando.
También manifestó que tras el accidente acudió a un bar próximo a tomarse «un tequila con Red Bull» porque estaba «nervioso» y que se produjo una pelea entre los conductores de ambos coches, por lo que los «tuvieron que separar».
El suceso se produjo el 12 de enero de 2008 y provocó la muerte en el acto del matrimonio que residía en la parroquia de Candeán, y que viajaba en un Citroën AX que circulaba en sentido contrario al de los jóvenes imputados.
La Fiscalía solicita cuatro años de prisión para cada uno de los acusados, por sendos delitos de homicidio por imprudencia, con indemnizaciones superiores a los 140.000 euros.
En la primera jornada del juicio acudieron como testigos más de una treintena de personas, entre los que se encuentran peritos y agentes policiales que intervinieron en el caso.
Se da la circunstancia de que Makelele se ha sentado otras dos veces en el banquillo por delitos contra la seguridad vial, siendo condenado en ambas ocasiones.
De hecho a los pocos días de quedar en libertad provisional, después del suceso en el que falleció el matrimonio de Candeán, fue sorprendido después de saltarse un semáforo en rojo cuando circulaba en un ciclomotor, sin carné y presentando una alta tasa de alcohol.
En esa ocasión había sido condenado a 4 meses de cárcel y poco después sufrió otra condena, en esta ocasión de 8 meses, acusado de huir de la Policía en un quad que circulaba a 130 kilómetros por hora.