El alcalde insiste en que el arquitecto está interesado en los proyectos del AVE
05 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.De no ser ourensana Elena Ochoa, y si no concurriera en ella la condición de lady Foster, es decir, si no fuese la señora esposa de Norman Foster, probablemente no se estaría hablando tanto en Ourense del laureado arquitecto. Ni su nombre se vería enredado en el debate político, ni llegaría a situarse al borde de una puntual transformación en reclamo político-propagandístico.
Emergió la figura de Norman Foster en pleno debate sobre el trazado del AVE en Ourense y el posible soterramiento de la estación y las vías, sumado a la controversia sobre la mejor localización del nuevo puente sobre el Miño para acceder al nudo de comunicaciones en que se convertirá la ourensana estación Empalme. El bipartito local desveló a mediados de noviembre que estaba en tratos con Norman Foster. Tanto insistieron, incluyendo la difusión de imágenes de un encuentro privado en el mes de septiembre en Madrid, donde asomaba discretamente la figura de Elena Ochoa, que la oposición se revolvió, incómoda, acusando el jueves al alcalde de farolero. Tal cual.
La respuesta no se hizo esperar mucho. Ayer mismo, apenas veinticuatro horas después de la andanada de los populares, el alcalde de Ourense aprovechó el pleno ordinario mensual para hacer una declaración, confesar y poner las cartas sobre la mesa: la primera, del 13 de octubre del 2008, «coa doutora ourensá Elena Ochoa, expresándolle a vontade de iniciar as xestións para que o seu marido poidera interesarse polos grandes proxectos de Ourense». Parece difícil decirlo más claro, pero lo es. Mes y medio más tarde, hace justamente un año, el 4 de diciembre del 2008, llegó al Concello ourensano la «resposta positiva de Lady Ochoa, abrindo a posibilidade dos contactos para examinar as posibles vías de participación do equipo de Foster en Ourense», según la secuencia de movimientos que ayer detalló el regidor ourensano.
Consorcio sin constituir
Norman Foster, así las cosas, ha aceptado la oferta de participar (por ahora, no otra cosa) en el proceso que en su día se abra para la selección del equipo que diseñe la futura estación y el viaducto. Los trabajos propiamente dichos, al margen de que un equipo de Foster+Partners haya mantenido hasta ahora dos reuniones para conocer los planes del gobierno municipal ourensano, no comenzarán hasta la adjudicación firme. La hará, en su momento, el consorcio (Fomento, Xunta y Concello) que gestione la integración del AVE y que aún está sin constituir. El alcalde de Ourense, de todos modos, mantiene informados de sus pasos al presidente de la Xunta y al ministro de Fomento.
A la indudable influencia que en este asunto ha tenido Elena Ochoa, piscóloga que en los primeros años de la década de los noventa alcanzó gran popularidad por su programa de televisión Hablemos de sexo , se suma aquí la de otro ourensano. Juan Carlos Cabanelas es el arquitecto de referencia de Foster+Partners en Galicia. Fue él, de hecho, quien recibió en su correo electrónico, con el ruego de que fuese reenviado al responsable de prensa del Concello de Ourense, el escrito que ayer esgrimió el alcalde para sacar pecho y reafirmar que a Foster le interesan los grandes proyectos de la capital de As Burgas.