El conductor con el que compitió en el centro de la ciudad también fue condenado por la muerte del matrimonio
22 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo condenó ayer a tres años y nueve meses de cárcel al conductor Jorge Luis Sosa Mejuto, Makelele, por dos delitos de homicidio por imprudencia en el accidente de la calle Jenaro de la Fuente el 12 de enero del 2008, en el que perdió la vida un matrimonio. El otro piloto implicado, Samuel David Fiuza Viéitez, deberá cumplir tres años y tres meses de prisión como autor de la muerte de Manuel García Lemos y su esposa Dolores Iglesias Hermida. Un precio que la Fiscalía considera «barato», pues pedía cuatro años de cárcel, lo máximo que impone la ley.
Además, la jueza prohíbe a Jorge Luis Sosa volver a conducir vehículos de motor durante cinco años y seis meses, mientras que a Samuel David lo priva del permiso por cuatro años y medio. Ambos deberán indemnizar con 81.000 euros a las dos hijas del matrimonio, 15.000 euros a la novia de Samuel, quien resultó lesionada, y 5.000 euros al dueño de un Golf dañado.
La sentencia suscribe la teoría del fiscal de que los conductores circulaban picados a una velocidad excesiva de noche y por un vial urbano limitado a 50 por hora. Al menos uno de ellos había ingerido bebidas alcohólicas o drogas, pero ambos incurrieron en una imprudencia al volante que desencadenó el accidente mortal. Aunque no deseasen causar ningún mal, sabían que su conducción temeraria ponía en riesgo la vida de otros conductores. Makelele deberá cumplir seis meses más de cárcel que Fiuza y quedará privado del carné un año más porque sus maniobras al volante fueron muy graves, aunque circulase a menor velocidad que el otro y no impactase contra las víctimas. A Samuel, la jueza le recrimina su exceso de velocidad.
Maniobras peligrosas
La jueza tuvo en cuenta la teoría del fiscal de Seguridad Vial, Carlos Gil, de que las maniobras de Makelele en su Audi A3 desencadenaron el accidente mortal. El joven dio un volantazo lateral que sacó de su carril al BMW que pilotaba Samuel cuando lo rebasaba. Este perdió el control, invadió el sentido contrario y se estrelló a 111 kilómetros por hora contra el Citroën AX, que venía de frente a 50 por hora.
Los conductores reaccionaron de forma distinta tras el accidente. Samuel se quedó en el escenario en estado de shock tras rescatar a su novia herida, que viajaba de copiloto. No asistió a las víctimas porque ignoraba tal circunstancia. En cambio, Makelele , que llevaba consigo a tres pasajeros, aparcó su coche a varias manzanas y regresó, aunque para borrar pistas. Este se hizo pasar por motorista, negó su implicación, culpó del accidente a los fallecidos y bebió en un bar ante la policía para desvirtuar la prueba de alcoholemia. Samuel, irritado por la farsa, lo desenmascaró y se peleó con él.