La sentencia ve pruebas de que hubo un pique y exceso de velocidad, y da validez a los testimonios de los pasajeros
GALICIA
La sentencia considera probado que los conductores circulaban picados y a gran velocidad. Samuel estaba detenido con su BMW 328i ante un semáforo en rojo en las cercanías de la calle Jenaro de la Fuente cuando reconoció el Audi A3 de Makelele, joven muy popular en el barrio de O Calvario. Este circulaba delante a una velocidad cercana a los 70 kilómetros de hora cuando Samuel pasó de 0 a 109 por hora, se situó en paralelo y cuando lo iba a rebasar, Makelele giró bruscamente y lo sacó de la carretera. Jorge Luis alegó que tuvo que dar un volantazo para adelantar a un Toyota que circulaba lentamente y eludirlo. Ambos se culparon mutuamente del accidente e incluso se pelearon en la vía pública.
La jueza toma como base las manifestaciones de los testigos que vieron circular al BMW y el Audi implicados. También otorga validez como prueba a las declaraciones que hicieron los ocupantes del Audi A3 que conducía Makelele y que las defensas intentaron impugnar porque perjudicaban a los implicados. Un amigo de Jorge Luis admitió la existencia de un volantazo y mencionó varias frases de recriminación entre los conductores, lo que probaba que ambos se conocían cuando se pelearon en la calle tras el siniestro mortal. Ambos se culpaban mutuamente. Pero el testigo clave se desdijo en el juicio y atribuyó su declaración a presiones de la policía durante su interrogatorio. Otros pasajeros del Audi justificaron su falta de memoria porque aquel día iban bebidos.
Relatos
La novia de Samuel, lesionada por no colocarse el cinturón de seguridad, declaró inicialmente que Makelele «nos había mirado» antes de girar bruscamente y chocar contra ellos lateralmente. Eso dio pie a pensar que los pilotos se habían retado. La joven se desdijo y matizó que fue una «primera impresión».
Las pruebas de cargo vienen de los conductores que circulaban cerca de ellos. Uno había oído el ruido del motor del BMW, y dijo: «Aceleró a tope, el otro lo desplazó y si no lo esquivo habría chocado conmigo». Luego, tomó de la mano a la moribunda del AX, que aún hablaba. «Ellos se peleaban, no se preocupaban por los heridos», relató. Otra conductora mencionó la maniobra «arriesgada y peligrosa» del Audi A3. «En 15 segundos, el AX salía volando», dijo.
Makelele acumula otros once meses de cárcel por dos juicios anteriores, uno por circular ebrio en un ciclomotor y otro por ir en quad a 130 por hora.