Consello informal de la Xunta en el interior de la catedral

D. S.

GALICIA

31 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La ofrenda de la traslación motivó ayer que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, tuviera un gesto atípico al aplazar hasta la tarde la reunión semanal de su Gobierno, que suele celebrarse por la mañana. Eso le permitió al jefe del Ejecutivo convocar una suerte de Consello de la Xunta en el interior de la catedral de Santiago, donde se dieron cita nueve de sus diez conselleiros para adoptar una pose solemne y musitar entre los labios algún que otro amén. El responsable de Economía e Industria, Javier Guerra, fue el único que faltó al acto, dejando su silla vacante, que fue ocupada parcialmente durante la ceremonia por el bolso al puro estilo Audrey Hepburn que portaba la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas. Eso sí, fuentes del Ejecutivo autónomo se aprestaron a excusar la ausencia de Guerra, que tuvo que lidiar durante toda la mañana con la crisis que atenaza a la firma textil Montoto, sobre la que planeaba la sombra de la quiebra. El himno suena dos veces Fuera ya del templo, el protocolo marcó los actos que tuvieron lugar en la plaza del Obradoiro, donde Feijoo pasó revista a las tropas que hacia las once y media de la mañana ocuparon la explanada al mando del general jefe de la Fuerza Logística Operativa. Apenas un pequeño traspié tuvieron los representantes del Ejército con respecto a otros años, que da fe de que no están del todo familiarizados con los nuevos gobernantes gallegos. Tanto es así que no dudaron en interpretar el himno de España cuando el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, y su colega de Medio Ambiente, Agustín Hernández, irrumpieron juntos en la plaza del Obradoiro, como si se tratara de la comitiva del mismo presidente. Eso sí, cuando Núñez Feijoo arribó acompañado de Alfonso Rueda, secretario general del PP gallego y secretario de Feijoo en la ofrenda de traslación del Apóstol, la banda interpretó nuevamente el himno como marca el protocolo. En los actos del Obradoiro y de la ceremonia religiosa participaron diversas autoridades, entre ellos los ex presidentes de la Xunta Manuel Fraga y Xerardo Fernández Albor. También acudió en representación del Gobierno central su delegado en Galicia, el pontevedrés Antón Louro, así como buena parte de la corporación municipal de Santiago y una nutrida representación del Parlamento gallego, encabezada por su secretario, José Manuel Balseiro, que suplió la ausencia de la presidenta, Pilar Rojo.