La policía consiguió recuperar el botín, algo más de 80.000 euros, en el coche en que viajaban
12 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer en Burgos a los dos supuestos responsables del atraco de la oficina de Banesto en Negreira ocurrido el pasado miércoles. Una patrulla identificó a ambos individuos, cuyas identidades no han trascendido, a raíz de la alerta de búsqueda difundida por la Guardia Civil y gracias a la colaboración ciudadana.
Los presuntos delincuentes fueron sorprendidos por los agentes después de recibir un aviso de un particular sobre la presencia sospechosa de dos personas en el interior de un vehículo, que, según los investigadores, habrían utilizado para huir de Galicia. Antes, habían abandonado en un monte de Brión el Kia Picanto de color negro del empleado al que secuestraron -a punta de pistola y en su domicilio de Os Tilos (Teo)- para conseguir acceder a la oficina bancaria, ubicada en la rúa da Cachurra de Negreira.
Confesión
Según ha podido saber La Voz de Galicia, los dos atracadores habrían confesado ser los autores del asalto de Negreira en el interrogatorio al que fueron sometidos. También ha trascendido que, en el registro del vehículo que ocupaban, se encontró el dinero del botín, cuantificado en algo más de 80.000 euros.
La investigación no descarta la posibilidad de que haya un tercer implicado en este hecho, alguien que se habría encargado de realizar un seguimiento minucioso de los horarios y costumbres del empleado que fue raptado cuando salía de su domicilio a primera hora de la mañana. Los individuos interceptados en Burgos tendrían como cometido perpetrar el robo y huir de Galicia lo más rápidamente posible. Al parecer, uno de los atracadores podría ser un ciudadano extranjero, y su colega sería gallego. El juez de Negreira ha decretado el secreto sumarial para no entorpecer la investigación policial en curso.
Normalidad lenta
Mientras los agentes arrestaban a los dos supuestos atracadores en Burgos, en la oficina de Banesto de Negreira tocaba ayer volver a la normalidad, aunque los empleados aún tenían el susto en el cuerpo.
Un furgón blindado arribaba a la oficina de la rúa da Cachurra pasadas las 9 horas para reponer en la caja dinero en efectivo ante la atenta mirada de algunos transeúntes que observaban la lentitud de la vuelta a la normalidad en la actividad de la sucursal, en cuyo cajero un cartel pedía disculpas a los clientes por seguir un día más fuera de servicio.
La elección del escenario del atraco del miércoles no habría sido casual, sino algo muy bien estudiado. Los ladrones sabían que el día 10 cobran los desempleados, de ahí que hubiese una importante cantidad de dinero en depósito. Fuentes consultadas por La Voz señalan que «esta cifra no es habitual, ni mucho menos».