El presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, se ha convertido ya en un habitual de los grandes actos convocados por el PP en Galicia y también en uno de los más ovacionados. Ayer reforzó un poco más su vínculo al utilizar con corrección la lengua gallega en buena parte de su intervención, que sigue resistiéndosele al pontevedrés Mariano Rajoy, gesto que le valió para meterse a la parroquia galaica en el bolsillo.
Los dirigentes del PP mostraron su afinidad con el político vasco. «Me gusta Basagoiti», reconoció Rajoy musicalmente, como si fuera el cantante Manu Chao, después de confesar que también le gustaba el decreto de la lengua hecho en Galicia, la fusión de las cajas gallegas o la política de austeridad de la Xunta.
Feijoo, otro tanto de lo mismo. O más incluso. La afinidad, en este caso, es incluso generacional y el propio presidente de la Xunta confesó en el escenario que Basagoiti fue su invitado el sábado por la noche en la residencia oficial de Monte Pío para ver el partido Madrid-Barça. «El apoiaba a un equipo e eu ao outro, e ao final gañou o vasco», prosiguió Feijoo, admitiendo su condición de madridista.
Tampoco le faltó un guiño de Feijoo a Rajoy, al que mostró como un líder confiable, al que «lle deixaríamos as chaves da nosa casa», sin comprobar lo que había antes dentro.