Feijoo inaugura el chequeo cardiovascular de los diputados deseando que el país «estea mellor» que él

D. S.

GALICIA

28 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Con el corazón en un puño. Así salían ayer la mayoría de los diputados de la sala habilitada en la casona de O Hórreo para realizar el chequeo cardiovascular convocado dentro de la campaña «O teu corazón é vital. Toma o control», promovida por la Fundación Española del Corazón y la Sociedad de Cardiología con el fin de sensibilizar a la clase política y a la ciudadanía de la importancia de vigilar aspectos como la presión arterial, la glucosa y el colesterol en sangre o la frecuencia cardíaca.

Lo del corazón en el puño fue una imagen literal, pues cada diputado, funcionario o periodista que se sometió voluntariamente al chequeo recibió como obsequio un pequeño corazón rojo de espuma, que hacía las veces de instrumento antiestrés. La presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, y el jefe del Ejecutivo, Alberto Núñez Feijoo, fueron de los primeros en someterse al chequeo ante los flashes de las cámaras, donde los expertos del CHUS de Santiago se encargaban de pesar, de medir y de hacer los análisis a los voluntarios.

«Eu espero que sempre esté mellor Galicia», manifestó Feijoo al término de la revisión, antes de relatar que sus parámetros están, en todo caso, dentro de lo previsto. Una altura de 1,79 metros, 84 kilos de peso y una tensión arterial ligeramente por debajo de lo normal revelaron que, por lo menos a nivel físico, el presidente de la Xunta parece cuidarse.

Distinta es la situación de otros diputados que se sometieron al test, como el portavoz parlamentario del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga. En su caso, la tensión arterial marcaba valores ligeramente elevados, aunque en su entorno nadie lo vinculó con la situación política. En todo caso, el indicador era muy inferior al que solía registrar su predecesor en el cargo, Ismael Rego, que no oculta la dieta alimenticia que sigue por tener la tensión por las nubes, como quedó de relieve en anteriores chequeos realizados en el Parlamento.

La campaña recorrió, además de Galicia, comunidades como Cantabria, Castilla y León, Valencia, Castilla-La Mancha, Aragón, Baleares, Madrid y Canarias.