El BNG pide al Valedor que indague si Educación vulnera la privacidad de los diputados

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO/LA VOZ.

GALICIA

El PP reprocha que «se queira facer un drama» de lo que considera «una anécdota»

15 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El grupo del BNG no está dispuesto a pasar por alto las alusiones hechas por el responsable del departamento de Educación, Jesús Vázquez, a la vida privada y familiar de sus diputados y decidió presentar una queja formal ante el Valedor do Pobo con el fin de que abra una investigación por el «comportamento antixurídico» del conselleiro. Los nacionalistas también pidieron amparo a la presidencia del Parlamento, como paso previo a las acciones judiciales que valora emprender la diputada Carme Adán por ver a su hijo menor metido en medio de un debate político.

«A política non pode ser Sálvame Deluxe », reprobó ayer Adán en el transcurso de la rueda de prensa en la que difundió el escrito presentado en la oficina del Valedor. La polémica con el conselleiro de Educación estalló el pasado miércoles en el pleno de la Cámara, donde Jesús Vázquez llegó a aludir al hijo menor de la diputada y la encuestas que cubren los padres para elegir el idioma de cada asignatura, de autoría en principio anónima, cuando dijo que «gustaríame saber» si cuando tenga que elegir la lengua de las materias de su hijo «vai ter a mesma opinión que está a ter agora».

Esta alusión directa y personal a la vida privada de Adán fue recriminada con abucheos desde las filas del BNG, pues este grupo no obvia que es la segunda vez que Vázquez hace en pleno alusiones a las familias de los parlamentarios a modo de amenaza. La anterior se produjo en septiembre pasado, cuando el conselleiro amagó con difundir una lista con los diputados y altos cargos del bipartito que huían de la educación pública y llevaban a sus hijos a colegios privados y concertados.

Los menores

Carme Adán considera que en política «teñen que existir liñas claras que non se poden atravesar», motivo por el cual decidió recurrir al valedor, Benigno López. En el escrito registrado ayer recuerda que el conselleiro de Educación tiene en su departamento «información privada de todos os menores do país», de la cual podría llegar a disponer «se destina recursos públicos a recompilala». Ahora bien, la diputada viguesa subraya que revelar estos datos para cualquier fin político «constitúe unha violación directa do dereito dos menores e dos seus pais á intimidade persoal e familiar», algo que consagra el artículo 18 de la Constitución española. En su opinión, lo de debería hacer el alto comisionado de la Cámara es «investigar» si en la Consellería de Educación existe «algún tipo de práctica» para disponer de datos privados, «pois dá a impresión de que si», advirtió.

No es la primera vez que el BNG reclama una investigación formal por este asunto. Se la pidió a la Consellería de Presidencia en septiembre pasado, a raíz de la anterior polémica, solicitud que cayó en saco roto. Tras este nuevo episodio, Adán recibió el respaldo de su grupo, que solicitó amparo a la presidenta de la Cámara autónoma, la popular Pilar Rojo, por las citadas alusiones, pero también le llegaron palabras de apoyo del vecino Grupo Socialista. De hecho, el diputado Guillermo Meijón criticó la «vergonzosa» actuación del conselleiro y reprobó que este «recurra ás ameazas cada vez que se ve acorralado» en los debates de la casona de O Hórreo.

Por su parte, el PPdeG lamenta que la oposición «queira facer un drama» de unas palabras del conselleiro «que non pasan da categoría de anécdota». Mediante un comunicado de prensa, el portavoz en materia de educación del PP, Román Rodríguez, asegura coincidir con el Bloque en que el debate político debe centrarse en las ideas, para después objetar que esta recomendación «ten que valer para todos». Así, recuerda que recientemente el nacionalista Bieito Lobeira «comparou ao conselleiro cun maltratador», pese a lo que el BNG «escandalizouse cando a presidenta do Parlamento pediu que se retirase» el comentario del diario de sesiones. Rodríguez cree que no parece «congruente facerse os ofendidos por certos comentarios nun debate parlamentario» y permitir otros «realmente ofensivos».