El presidente escatimó fondos al tren gallego cuando España estaba «en la Champions»
17 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El 7 de abril del 2009, hace exactamente un año, un mes y 10 días, Zapatero consumó su mayor error a la hora de introducir cambios en su Gabinete: el de sustituir al frente del Ministerio de Cultura a un ministro preparado, eficiente, con demostrada capacidad de gestión y bien valorado en todos los sectores, como era el gallego César Antonio Molina, por una guionista de cine inexperta en la gestión, poco preparada y sin ninguna relevancia en el mundo de la cultura como Ángeles González Sinde.
Pero compensó ese error craso con su mayor acierto: entregar la cartera de Fomento a José Blanco, a quien le hizo falta poco tiempo para demostrar que además de dirigir con criterio el PSOE era capaz de gestionar eficazmente el ministerio de mayor inversión, y arrebatársela a la que muy probablemente haya sido su peor ministra: la polémica, ineficaz, prepotente e irascible Magdalena Álvarez.
Hasta ese día, los gallegos habían estado siendo engañados a conciencia con la promesa de que el AVE llegaría a Galicia en el 2012. Solo Blanco se atrevió a confirmar que todo era mentira. Que no había ninguna posibilidad de cumplir esa fecha y que era necesario fijar nuevos plazos realistas que, tras el pacto del Obradoiro con Feijoo, quedaron establecidos en el 2016.
Blanco mantuvo su compromiso
Viene a cuento recordar esto ahora que el terrorífico ajuste de gasto que la Unión Europea ha impuesto a Zapatero pone claramente en peligro el que se puede llegar a tiempo a la fecha prevista para la inauguración del AVE gallego. Cuando Blanco llegó al Gobierno, España estaba ya en plena crisis, que se agravó a marchas forzadas en los meses siguientes. A pesar de ello, Blanco mantuvo siempre el compromiso firme de que se cumpliría el plazo previsto. Incluso cuando el Gobierno acometió el primer recorte de gasto, que afectó de manera singular a Fomento, Blanco siguió confirmando la fecha fijada, aunque para ello tuviera que recurrir a financiación extraordinaria. Es necesario recordar, por ejemplo, que cuando Fomento logró una línea de crédito del Banco Europeo de Inversiones de 5.000 millones de euros, Blanco aseguró a La Voz de Galicia que más de la mitad de todo ese crédito para toda España se dedicaría a financiar obras del AVE gallego, lo que da idea de su grado de compromiso con esta infraestructura.
Hoy, con un tijeretazo histórico que invalidaría cualquier plan económico hecho con antelación, Blanco insiste en que hará todo lo posible para que el AVE llegue a Galicia en el plazo previsto, ya que es una prioridad para el Gobierno. Algo que sería de toda justicia, pero que se antoja muy difícil ante el negro panorama al que se enfrenta España entera. Se llegue o no en esa fecha, no cabe dudar del compromiso de Blanco con el AVE gallego.
Pero eso no quita para que existan unos responsables claros en el caso de que no sea así. Indudablemente, Magdalena Álvarez, que además de insultar a los gallegos les causó un grave perjuicio al negarles lo que les correspondía. Pero por encima de todo, el máximo responsable de que el AVE llegue a Galicia con un mínimo de 20 años de retraso respecto a otras comunidades tiene un nombre: José Luis Rodríguez Zapatero. Aquel que mientras aseguraba que España estaba 174en la Champions League de la economía mundial» escatimaba fondos para un AVE a Galicia para el que ahora hay que buscar financiación debajo de las piedras.