En la declaración que prestó en el hospital ante Inspección de Trabajo, José Luis Suárez Sande relató que la deflagración se produjo cuando él ya había terminado de soldar y se estaba levantando la pantalla de soldador. También afirmó que no había advertido que se produjeran chispas. Tres meses más tarde, la versión sigue siendo la misma. Suárez Sande mantiene que «o tipo de soldadura que estaba utilizando non produce chispas», aunque reconoce que para él, «un traballador máis», es muy difícil saber qué fue lo que pasó: «Cando hai un accidente desta magnitude non sabes a que pode ser debido. Nós simplemente fomos os accidentados».
A pesar de que en la declaración el inspector aseguró que la actitud del trabajador fue «perfectamente lúcida y francamente colaboradora», José Luis tendrá que ser interrogado de nuevo: «Din que podía estar baixo os efectos dos calmantes, así que terei que volver a declarar». Suárez ignora el día que tendrá que acudir a Inspección de Trabajo, pero no le preocupa; está seguro de que las labores de soldadura no provocaron «chispa» alguna. Aun así confiesa que este tipo de asuntos van muy lentos y que quizá no tenga que declarar hasta pasados unos meses.
Más allá de estos asuntos, José Luis se preocupa de sus quemaduras. Los días que hace calor le pican más de lo normal y sabe que no debe rascarse, pero a veces, sin darse cuenta, lo hace: «E que me pica todo o corpo. A verdade é que prefiro que o día esté nublado e non faga tanta calor», confiesa.