El Gobierno gallego acusa al español de desdecirse al no apoyar el Xacobeo

M. Cheda SANTIAGO/LA VOZ.

GALICIA

Madrid evita explicarse, mientras Varela asevera que «despreza» a Galicia porque gasta su dinero en otros lugares

14 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Nuevo episodio en el desencuentro San Caetano-la Moncloa a propósito del respaldo económico de la segunda a la organización de este año santo. Según el Gobierno autónomo, el central ya le ha comunicado verbalmente su decisión de no aportar a la Sociedade Anónima de Xestión do Plan Xacobeo un solo céntimo de la recaudación de los juegos públicos de azar, ni vía sorteo finalista, por imposibilidad legal, ni a través de un convenio de cooperación sustitutivo del anterior sistema, el cual había sido empleado tanto en 1999 como en el 2004. De momento, el Ejecutivo español no niega ni confirma la información. Corroborarla implicaría admitir que no solo está ignorando una resolución aprobada en el Congreso hace cuatro meses con votos a favor de PP y PSOE, sino también incumpliendo su palabra.

El conselleiro de Cultura, Roberto Varela, concluyó anteayer la presentación a la prensa de un festival musical de verano clavando un dardo en la diana del Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero por su «nula» implicación en los actos especiales del 2010. Lo lanzó sin que el tema fuese objeto de su comparecencia ante los medios y a pesar de que nadie le había preguntado al respecto, algo nada común en el contexto de su habitualmente muy diplomático discurso. Aunque entonces no lo explicó, subyacía en ese proceder, a tenor de lo que luego declararía a La Voz, «unha razón de peso»: la pérdida, «por capricho de Madrid», de diez millones de euros con los que contaba para sufragar conciertos y otros proyectos del ejercicio jubilar.

«Despois de que Loterías y Apuestas del Estado (LAE) desbotase por causas legais -relató Varela- a celebración no 2010 do sorteo da nacional en favor do Xacobeo que sempre facía en anos santos, enviei ao director xeral [Gonzalo Fernández Rodríguez] unha carta trasladando institucionalmente a petición de firma dun acordo alternativo de cofinanciamento. Como non daba contestado, mesmo fun velo en persoa ao despacho».

De la estancia salió el alto cargo como había entrado, o sea, sin una respuesta en firme. «De alí a uns días chamou para comunicarme que, desgraciadamente, non o suscribirían, é dicir, que non cumprirían a palabra dada», prosiguió el conselleiro la narración para luego añadir: «Como queira que o delegado do Goberno, Antón Louro, e a vicepresidenta primeira, María Teresa Fernández de la Vega, prometeran que si habería esa firma, mandeille unha segunda misiva solicitando que reconsiderase a decisión inicial ou que, cando menos, tivera a ben facerme partícipe dela por escrito». «Novamente por teléfono -apostilló- ratificou o non que xa me dera, e declinou acusar recibo. Non volvín saber del no mes que case pasou dende aquela».

Todo el mundo de vacaciones

Invitado a exponer su versión de los hechos y, si así lo estimaba pertinente, también a justificar la supuesta rectificación de criterio, el ente LAE eludió ayer pronunciarse. Su portavocía adujo que hasta el 19 de agosto no se encontraría en disposición de despejar dudas. «Como estamos en pleno agosto y todo el mundo de vacaciones, no hay ningún director que pueda hacerlo», fundamentó.

El conselleiro de Cultura interpreta el desarrollo y desenlace de esta polémica con la lotería de fondo en clave de «proba definitiva e máis que evidente do desprezo a Galicia e a mala fe coa que conscientemente o Executivo central está a tratar este Xacobeo». «Non son eu -espetó Varela- de facer moito sangue das cousas, pero, certamente, neste caso non soubo estar á altura do acontecemento. Estou profundamente decepcionado. Máxime cando, en vez de distinguir a Galicia co que de seu xa lle correspondía, financiou con ese cartos de LAE outros eventos como a Gala dos Goya ou a Barcelona World Race. Fixéronnos un dano terrible».

Ya a modo de epílogo, ironizó: «A presenza, por primeira vez na historia moderna, dun só ministro [o de Fomento] nos actos oficiais do 25 de xullo, que non se repetirán en 11 anos, é a foto que ilustra estes datos».