La primera gran nevada del otoño complica el tráfico en la A-6 en Lugo

La Voz REDACCIÓN/LA VOZ.

GALICIA

Todo el litoral gallego vuelve a encontrarse hoy en alerta naranja por vientos de gran intensidad

16 nov 2010 . Actualizado a las 09:36 h.

Galicia registró ayer la primera gran nevada de este otoño. Fue en la provincia de Lugo, donde los copos formaron una capa que entorpeció el tráfico en la A-6, ya que a partir del kilómetro 430 no fue posible el adelantamiento por parte de vehículos pesados y los turismos debían circular con gran precaución. También la red secundaria se vio afectada. En las primeras horas de la mañana el tránsito era difícil por el puerto de O Poio, en la carretera LU-633 entre Samos y Pedrafita. En este último municipio el Concello tuvo que utilizar su maquinaria para quitar la nieve acumulada en algunas carreteras, como el alto de Rubiais. La situación también tuvo como consecuencia que ocho niños de Pedrafita y Cervantes no pudiesen acudir a clase, al no funcionar con normalidad el servicio de transporte. Las temperaturas bajo cero ya son diarias en la zona y las estaciones de MeteoGalicia ya han registrado 10 centímetros de nieve en Os Ancares y 17 en Cabeza de Manzaneda, donde ya nevó la semana pasada.

Ayer todavía cayeron precipitaciones de cierta intensidad, aunque sin llegar a las cantidades de días pasados. Con todo, la transformación de precipitaciones en breves pero fuertes episodios de granizo se tradujo en problemas para las carreteras, así como placas de hielo que se formaron sobre el asfalto. Ocurrió en San Sadurniño, donde se produjo un choque múltiple entre cuatro coches, y que se saldó con dos heridos leves. El incidente tuvo lugar en la autovía entre Ferrol y Vilalba, a su paso por Igrexafeita. Según indicó uno de los conductores implicados, la calzada estaba cubierta en el lugar por una placa de hielo, lo que habría motivado la colisión.

En Barbanza los problemas estuvieron originados por los desprendimientos. El temporal provocó derrumbes que dejaron pistas intransitables y obligaron a cortar parcialmente algunos viales. El municipio más afectado fue Boiro, donde ayer trabajadores del Grumir seguían limpiando vías de las parroquias de Moimenta y Cures, mientras que el acceso al núcleo de Cubelo, en Cures, estaba casi impracticable. También se cortaron carriles en la parroquia de Lampón. Además, en Noia una casa abandonada corre el riesgo de caerse después de que las intensas lluvias hicieron que se viniese abajo uno de sus muros.

Por otra parte, la lluvia fue la causa de la caída de entre 60 y 70 metros de la pasarela de madera que permite contemplar la fervenza de O Ézaro, en Dumbría. Según fuentes municipales, el desembalse llevado a cabo en la presa de Santa Uxía hizo que el agua bajase hacia el mar con gran fuerza, y se llevase por delante postes y tablas. Voluntarios de Protección Civil encontraron algunos de estos fragmentos en el puerto deportivo y en la zona de Quilmas, ya en el municipio de Carnota.

La situación seguirá siendo complicada en el mar, con vientos del sur con intervalos de fuerza 8, lo que ha motivado una alerta naranja en todo el litoral. En tierra también se han activado alertas: amarilla por lluvia en toda Pontevedra y el oeste de A Coruña, y el mismo nivel por viento en ambas provincias, junto con el norte de Lugo. Las ráfagas podrían superar los 80 kilómetros por hora y rebasar los 40 litros por metro cuadrado en doce horas.