El popular Miguel Santalices denunció que el líder del PSdeG, médico de profesión, hubiese asistido a la manifestación en favor de la sanidad pública.
23 nov 2010 . Actualizado a las 17:38 h.La denuncia del popular Miguel Santalices de que el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, médico de profesión, asistió a una manifestación en favor de la sanidad pública cuando está vinculado a la sanidad privada ha generado una bronca parlamentaria entre los diputados del PP y los socialistas.
Santalices intervino en el pleno parlamentario cuando se debatía una iniciativa de la diputada nacionalista Ana Luisa Bouzas contra el empleo de la colaboración privada en los centros de salud.
El diputado popular comenzó su intervención recordando la multitudinaria manifestación del pasado domingo en defensa de la sanidad pública, ante lo que calificó de «cinismo» que al frente de la marcha figurase el líder del principal partido de la oposición, que en ese momento no estaba en el hemiciclo, y cuyos ingresos, dijo, «proceden de la medicina privada; y no son pequeños».
En ese momento comenzaron las protestas a gritos de diputados socialistas, mientras Santalices dijo a la diputada del PSdeG Mar Barcón, que en ese momento iba a dejar su escaño, que no se marchase porque «de esto usted también sabe».
Mientras se escuchaba de palabras del parlamentario socialista Abel Losada la palabra «sinvergüenza», Santalices también acusó a Barcón de haber acudido a la manifestación cuando también «compartió una clínica privada», lo que suscitó airadas protestas de los diputados del PSOE, acompañadas de golpes en las mesas por los populares.
Santalices también señaló que en la manifestación de Vigo figuró una pancarta con el lema «Povisa no», en referencia al hospital privado de esta ciudad, bajo la cual se encontraba el alcalde, Abel Caballero, quien en los medios salió en defensa del centro, dijo. «Eso es doble moral», se escuchó en los bancos del Partido Popular, mientras Santalices apuntó que en la marcha hubo responsables de incrementar un 44 por ciento la derivación de pacientes a centros concertados, afirmación que fue recibida con un abucheo.
Santalices también dijo que le sorprendió que en la manifestación hubiese diputados que defienden más a las multinacionales farmacéuticas que a los pacientes, señaló en referencia al PSOE.
Al pedir un turno por alusiones, Mar Barcón aclaró en los treinta segundos que se le concedieron que la manifestación del domingo no fue para debatir los ingresos o donde trabajan los médicos, sino para «impedir la venta de la sanidad pública».
En su intervención, Ana Luisa Bouza reprochó la actitud de Santalices, al preguntarse si una persona no puede trabajar en la empresa privada y defender la sanidad pública, y dijo que el BNG no «demoniza» la primera de ellas, y lo que no quiere es que de la pública «se beneficien las empresas privadas».
Además, indicó que el parlamentario del PP analizó «fotografía a fotografía» la manifestación del domingo, lo que consideró «una técnica del pasado».
Durante la trifulca parlamentaria, la presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, que lamentó el «espectáculo que acabamos de dar», demandó silencio en varias ocasiones y también pidió a Santalices que se centrase en la cuestión que se debatía, la propuesta de Ana Luisa Bouza.
Además, ante la demanda de Santalices y del portavoz popular, Manuel Ruiz Rivas, de que se retirase la palabra «sinvergüenza», confió en que el diputado que la pronunció lo haría.